El mercado brasileño ha mostrado su favoritismo por el abanderado del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), que defiende un modelo económico de corte más liberal, frente al protagonismo que Rousseff le ha otorgado al Estado.
Con el tropiezo de este lunes, el principal indicador del corro paulista se sumó al pesimismo generalizado en las plazas internacionales.
En clave interna, las acciones de la petrolera estatal Petrobras, con una caída del 6,12%, fueron las más negociadas con una participación en el volumen financiero del 18,82%, lo que contribuyó a la caída del índice.
Los papeles que más retrocedieron fueron los ordinarios de la inmobiliaria PDG, con una baja del 7,2%, seguidos de los ordinarios de la operadora de telefonía móvil y fija Oi (-6,4%).
La caída de Oi acompañó el desplome de las acciones de Telecom Portugal en la plaza lusa, en un contexto de dudas sobre el futuro de la fusión entre ambas operados, con rumores incluso de posibles ventas a terceras empresas.
En el lado de las ganancias, los títulos preferenciales de la petroquímica Braskem experimentaron la mayor subida de la sesión con un avance del 2,15%.
El volumen financiero negociado en la plaza brasileña fue de 10.750 millones de reales (unos 4.368 millones de dólares) en 1.034.709 operaciones.
En el mercado de divisas, el real brasileño se depreció un 1,2% frente al dólar, moneda que terminó la jornada negociada a 2,464 reales para la compra y 2,465 reales para la venta en el tipo de cambio comercial.