La secretaria de Medio Ambiente, Belén Estevez, indicó que en La Bianca: “teníamos un problema serio con la basura; teníamos basura por todos lados, era tremendo”. Para contrarrestar esa situación se llevó adelante una “contenedorización” del barrio. Eso significa que se instalaron 40 contenedores estratégicamente distribuidos para que “la gente vaya y tire ahí la basura”.
Norma, es vecina desde hace una década del barrio y regentea un comercio sobre Boulevard Ayuí, indicó que mejoró un montón el barrio a partir de la colocación de los contenedores de residuos. “Antes, cuando no estaban los contenedores, nosotros los vecinos no sabíamos como cuidar los espacios verdes que tenemos. Ahora sí porque ves que se tira la basura dentro de los contenedores y no fuera. Antes se hacían montañas con los tachos”, resaltó.
El problema que se observa sobre Boulevard Ayuí se produce cuando llueve mucho. “Se inunda el boulevard y la gente no pude cruzar porque hay demasiada agua. Cruza pero se moja toda. No sé si las bocas de tormentas están tapadas pero es demasiada el agua que corre”, mencionó la mujer.
Además indicó que hace mucho tiempo que no ve personal municipal reparando las roturas en el pavimento. “Allá la entrada por la Eva Perón está roto pero desde hace rato”, señaló. Boulevard Ayuí fue reparado parcialmente, la mano izquierda está en buen estado pero la derecha es intransitable por el tamaño de los pozos.
En cuanto a la seguridad, Norma sostuvo que el cambio de lugar de la Comisaría 6º contribuyó al mejoramiento de ese aspecto. “Antes había una garita en la plaza con un solo policía. Desde que está acá adentro de la Bianca mejoró un montón. Se ve más movimiento en la calle, el recorrido y uno los ve continuamente”, mencionó.
En otro comercio de boulevard Ayuí, Florencia, vecina del barrio desde hace 30 años, charlaba con la propietaria. Consultada sobre el aspecto del barrio, resaltó que la colocación de los contenedores resultó fundamental para que no se observe basura desparramada en la calle. Del mismo modo, dijo que los carreros ya no arrojan basura como antes y los perros no saltar a la altura de los contenedores.
No obstante, señaló que el sistema cloacal del barrio está en situación de franco deterioro desde hace años. “Hicieron una obra (sobre Boulevard Ayuí) el año pasado y habrá durado dos meses. Se volvió a saturar y volvió a haber un foco de infección con toda esa agua servida en el pavimento. No se corta nunca. Está continuamente corriendo a cielo abierto”, dijo. De hecho, se han producido varias caídas de motociclistas debido a que el pavimento está siempre mojado. Según indicó el agua que corre por la cuneta del boulevard Ayuí sale de la manzana B sector 4.
Respecto de la seguridad, Florencia dijo que ahora quedó descubierta la zona donde estaba antes la Comisaría 6º -Neuquén y avenida Independencia- y ahora es la parte “más insegura”. “No hay hora te asaltan, a una amiga la asaltaron dos veces en un mismo mes en la entrada a La Bianca. A las cuatro y media de la tarde estamos hablando, no es un horario de madrugada”, señaló.
Martín, un jubilado que vive en el barrio desde 1981, señaló que no los contenedores no han mejorado la imagen del barrio. “Nadie se preocupa por nada; a nadie le importa nada”, señaló. En tal sentido, indicó que muchos chicos revuelven los contenedores y dejan las bolsas afuera de los recipientes de plástico y los perros las rompen. “Mirá ahí tenés; mirá la basura que hay ahí”, dice señalando basura desparramada sobre el césped al costado de un edificio. Una recorrida visual por algunos sectores muestra que sigue habiendo basura como papeles, plásticos o cartones acumulado en los espacios libres entre los edificios.
En cuanto a las cloacas, el vecino indicó que los caños nuevos que se colocaron hace dos años “por ahí se tapan”. “Agua servida toda la vida acá igual que en calle San Juan. Desde siempre corre el agua ahí”, acotó. Algo similar sucede con los baches. “Ahí donde doblan los colectivos está todo ‘poceado”, se ha hundido el pavimento por el peso de los colectivos y los camiones cargados”, indicó.
Además, Martín cuestiona una práctica que se ha naturalizado con el correr de los años pero de manera distorsionada: la edificación de garajes. “Cualquiera construye en cualquier lado. No les importa nada”, dice en referencia a las cocheras de madera, chapa, cemento, hierros que han proliferado no sólo en los antiguos espacios libres para estacionar sino también al lado de los edificios, ocupando espacios verdes.
En la esquina de Eva Perón y Boulevard Ayuí, un vecino de 80 años jubilado que vive hace tres décadas y media en el barrio, Primo, indicó que muchos habitantes de barrios vecinos como KM. 6 o el asentamiento La Bianca viven del “cirujeo” revisando las bolsas y tirando lo que no les sirve. “Usted lo está viendo; pobrecitos ellos viven así”, indica. En efecto, dos chicos de entre seis y siete años revuelven el contenedor ubicado en esa intersección mientras una mujer mayor, probablemente la madre, colabora con la tarea. Seguidos por algunos perros, posteriormente siguen revisando otros contenedores. Más tarde, dos jóvenes a bordo de un carro se trepan al mismo contenedor y buscan lo poco de valor que queda. Además Primo sostiene que los pozos en el asfalto son generados por la falta de mantenimiento o por el agua que corre continuamente por el pavimento.
En la entrada del estacionamiento del centro de salud se acumula un espejo de agua servida. Por allí cruza Margarita, vecina jubilada que hace seis años que vive en el barrio, indicó que, a pesar de los contenedores, “vienen los carros y dejan la basura tirada”. Y las cloacas. “Desde que estoy acá siempre están tapadas y esto es una infección para las personas”, acota.
Marga atiende un negocio sobre calle Neuquén, lindero al barrio 272 Viviendas. Hace 24 años que habita en la Manzana 1 de ese sector. “Yo vivo arriba pero hay gente que tiene el agua servida en la puerta con criaturas y todo”, señaló. Hace seis años, se descubrió que el problema estaba en las cañerías que corren por debajo de las calles. “Estuvo destapado como seis o siete meses después se tapó de nuevo y chau”, indicó. “Están mal hechas las cloacas desde hace años”, señaló la mujer.
“El vecino que puede lo soluciona y el que no, queda ahí. Donde yo vivo hay criaturas, gente enferma, gente asmática y la señora que vive abajo también está enferma. A veces se les inunda la casa. ¿Sabés lo que es tener desde el baño así todo alrededor?”, indicó la mujer. ¿Qué respuesta les dan desde Obras Sanitarias? “Nos han dicho que cuando se tapa hay que pagarles a ellos y creo que eso corresponde a la empresa: es un servicio por el que estás pagando”, indicó.
Por último, Marga indicó que en el verano no hay agua. “No tenemos ni para cocinar. Los vecinos han puesto tanque y estoy viendo la posibilidad de poner uno”, dijo. En tal sentido, señaló que no quiere volver a tener que esperar hasta las dos o tres de la mañana para darse una ducha como le sucedió en el último verano. “Fue horrible”, recordó.