“El Plan Maestro es una herramienta que propuso oportunamente el Colegio de Arquitectos”, señaló Batistella. Incluso, manifestó que es una herramienta eficaz para administrar la Costanera. “Pensamos que la forma más adecuada era a través de un concurso de ideas a nivel nacional”, añadió.
Batistella defendió la necesidad de realizar un concurso porque entiende que es la manera de poder lograr las mejores y más variadas ideas. “La propuesta fue bienvenida y aceptada. Lo que pasa es que se necesitaban los recursos para hacer ese concurso”, explicó. El concurso debió haber sido convocado por el municipio pero el arquitecto dijo que no disponía de los recursos necesarios. “Sé que hizo esfuerzos para tratar de lograrlo pero habrá habido otras prioridades que han hecho que este tema pase a otro plano”, explicó.
La Costanera es un área de más de 40 has. que está delimitada por el arroyo Manzores al norte, la Defensa Sur, el río al este y las vías del ferrocarril al oeste. “Es importante establecer criterios y pautas de los usos de éste importante espacio urbano costero de la ciudad”, señaló. En consecuencia, sostuvo que la entrega de un terreno a un gremio o que se plantee la localización de los boliches, en sí, no esta ni bien ni mal. “Lo bueno hubiese sido que estas decisiones se tomen en base a un conjunto de ideas”, manifestó.
Como ejemplo, mencionó la construcción de una casa. “Cuando uno va a definir donde va a localizar el baño en una vivienda, seguramente tiene en claro donde están los dormitorios. Lo mismo podríamos decir respecto a la cocina y el comedor y así sucesivamente”, explicó Batistella. Si se improvisa, “para ir al baño hay que pasar por el patio o por el comedor”.
Más adelante, advirtió que “generar actividades sin pensar en otras después se empiezan a generar las incompatibilidades”. En ese sentido, indicó que todo el frente urbano al parque que está por encima de la cota 14 puede ser motivo de asentamientos residenciales de alto valor. “¿Que pasaría si están los boliches bailables?”, manifestó. “No digo que se pueda o no se pueda hacer, planteo una situación posible. Por eso la necesidad de un Plan Maestro”, indicó.
Por otra parte, indicó que la planificación de las zonas de esparcimientos se aplicaron en varias ciudades como Neuquén, Misiones y Paraná donde se trabaja en la zona de Puerto Viejo y los barrios costeros. “Justamente en julio va a haber un congreso donde el tema central será el tratamiento de ese gran territorio”, indicó. “No quiero hablar de Puerto Madero porque escaparía a nuestra escala”, señaló.
“Ni hablemos de Rosario. Vamos a Rosario y quedamos sorprendidos y nos gustaría que nuestra ciudad también sea así”, ejemplificó. “Detrás de eso hay un plan. Cada vez que un grupo de la sociedad quiere hacer un uso de la tierra, hay que ir al plan y ver que es lo que se puede hacer y donde”, añadió.
Por último, señaló que un concurso no es “tan costoso” en relación a los costos que se pagan a futuro cuando existen improvisaciones. “La improvisación mata a la ciudad porque después las readecuaciones tienen valores inmanejables”, advirtió.