Según tenía entendido, lo enviado corresponde a una parte de octubre y otra de noviembre. “Falta un 50 % de enero, un 50 % de febrero”, dijo. En números redondos, Montangie creía que se enviaron unos $ 5 millones de los $ 19 millones que adeuda la obra social a la Cámara Sanatorial de Concordia que incluyen al Garat, al Concordia, al Sogyn, Pediatría y a Salud Mental. Por lo que quedaría un saldo de $ 14 millones.
El sistema usualmente funciona de la siguiente forma: el Iosper envía el 50 % de lo facturado en un mes y el otro 50 % queda retenido para ser auditado. “Analizan las historias clínicas y ahí deciden que está bien o que está mal”, dijo. Para tener una idea, hasta la fecha el Iosper envió el 50 % de lo facturado en marzo y el 50 % que restaba de octubre y noviembre del año pasado, cuya primera remesa ya había sido enviada tiempo atrás.
Montangie no objeta tanto el sistema dado que las auditorías están contempladas pero sí dijo que se paga con mucho retraso. Además mencionó que las internaciones largas son remitidas sin excepción al proceso de auditoría y son las que mayores costos generan. De igual forma, pidió que se modifiquen los porcentajes y que se abone el 90 % y que quede un 10 % para ser auditado.
Asimismo, mencionó que el problema radica en que el costo de los insumos que se gastaron en octubre del año pasado, con el nivel de inflación actual y el aumento del dólar, los pagos efectuados siete u ocho meses más tarde quedan muy desactualizados. “No pagamos el costo de los insumos. Es imposible aguantarlo a eso”, dijo.
En consecuencia, las quejas apuntan tanto al monto que se paga, “es poco”, y a la demora en abonar, “se paga a destiempo”. La conclusión es que en los sanatorios se genera “un cuello de botella que es imposible de aguantar”. Pero hizo especial énfasis en las cifras que se abonan. “Tenemos que tratar de encontrar algún tipo de solución. No nos podemos bancar con esta inflación que hay”, recalcó.