En sus comienzos la institución funcionaba en tierras pertenecientes a los terraplenes del antiguo trazado ferroviario, espacio residual que se inicia en la división con el nuevo ramal de Colonia Libertad, en una franja de 50 metros por 3.000 metros, hasta la orilla del río.
Esta fracción reducida e insuficiente de terreno, fue ampliada y reconocida por CTM en 1992, cuando se adicionaron 93 hectáreas por convenio veinteñal, lo que era una deuda pendiente ya que el proyecto original de la represa contemplaba 5.000 hectáreas, además de edificios para servicios de investigaciones, intenciones que terminaron en la burocracia.
En este momento la institución está gestionando ante la CTM la titularidad del predio complementario al ya otorgado, en mérito al trabajo desarrollado y proyectado.