Taylor indicó que se sacaron varias muestras de la misma planta en Corrientes. “Una dio negativa y la otra dio positiva”, dijo. Pero se sacaron más muestras y esperan los resultados para los próximos días. Taylor rescató el hecho de que cinco ingenieros agrónomos revisaron al día siguiente esa planta, todas las que la rodeaban y finalmente toda la quinta y no encontraron síntomas visuales del HLB en la plantación. “Inclusive cortaron fruta para ver si había algún problema adentro de la fruta, con las semillas, y no hubo nada”, indicó. Ese hecho les da un poco de esperanza a los citricultores.
No obstante, incluso en el caso de que los resultados finales sean negativos, dijo que se deben tomar medidas de precaución para que la enfermedad no ingrese a la provincia. “La tenemos en Misiones y no sabemos si hay en Corrientes”. En ese sentido, dijo que debería revisar todas las quintas, planta por planta, desde Monte Caseros hasta Colón. “Para saber como estamos parados nosotros”, dijo.
En tanto, Camejo dijo que una vez que trascendió la noticia de un posible caso de HLB en Mocoretá, Corrientes, “los citricultores, el presidente de la Fecier y otra gente de distintas cámaras salieron a alarmar a la población citrícola que ya lo daban como hecho al caso cuando no es así”.
Según Camejo, un análisis dio positivo y otro que fue enviado a Tucumán fue negativo. “Esto ya había pasado en Tucumán que era un posible caso y solamente fue una falsa alarma y no pasó nada”, dijo. “Ojalá que sea una falsa alarma”, dijo.
Respecto de los viveristas que se niegan a trabajar con sus viveros bajo cubierta, Taylor señaló que hay una ley nacional hace dos años y que deberían haberse encuadrado a la misma. “Muchos tienen la culpa de haber pedido prórrogas y muchos tienen la culpa de haberlas otorgado a las prórrogas”, indicó. Como consecuencia, se siguieron haciendo las plantas a campo abierto. “Entre Ríos es la única provincia en toda la argentina que no se encuadró con los viveros bajo cubierta. En Uruguay todo es bajo cubierta, Brasil hoy es bajo cubierta y todos los países que tienen citricultura de punta hace varios años que están bajo cubierta. En Tucumán, Salta y toda esa zona hace cuatro años que tienen los viveros bajo cubierta y las que encuentran a campo la eliminan”, indicó.
“La medida que está tomando el Senasa (destrucción de plantas a cielo abierto) es absolutamente correcta sin ningún lugar a dudas. Lamento todo lo que hizo la Justicia porque va en perjuicio de la citricultura”, indicó.
Para Camejo “por ahora es una alarma y han creado ellos mismos una psicosis del HLB. Hay que esperar mucho para ver si es verdad. Y, en el caso que sea verdad, hay que trabajar entre todos para tratar de saber que clase de HLB es”, indicó. Según le comentaron a Camejo, hay dos clases y lo comparó con el cáncer, que puede curable detectado a tiempo como incurable en el caso contrario. Pero reiteró que los citricultores “ya salieron a alarmar a la gente dando por hecho que se terminaba la citricultura en Concordia”. Y señaló que en Sudáfrica hay HLB pero la citricultura sigue en pie y hasta pueden exportar.
Sin embargo, Taylor explicó que en realidad hay tres clases de HLB. “Lamentablemente la nuestra es la misma que está en Brasil y la misma que está en Florida (EEUU) que es la más agresiva. Es el HLB asiático que entró en Brasil y en EEUU”, indicó. En Sudáfrica, sostuvo que el HLB no es agresivo. Con podar una rama infectada, la planta vive cinco o seis años más. En cambio, el HLB asiático tarda algunos años en manifestarse. “Cuando se manifiesta la planta comienza automáticamente a deshojarse, se le empieza a caer la producción, no madura nunca. La fruta no se pueda ni mandar a fábrica porque queda totalmente ácida y deformada”, señaló. “Finalmente en uno o dos años se muere por completo”, dijo en referencia a la planta.
En tanto, Camejo dijo que estaba molesto con las declaraciones del senador del PRO, Alfredo De Angeli, quien dijo que “hay 45.000 puestos de trabajo entre el sur de Corrientes y el norte entrerriano que están dependiendo de lo que hace el Senasa, porque si no paran esta enfermedad, es el certificado de defunción de la citricultura”.
“Esta clase de política muy barata, muy guarra, de gente que no tiene capacidad para hablar y decir que se va a terminar la citricultura en Entre Ríos y Corrientes. Es lamentable estos personajes que salen a crear una psicosis entre toda la población”, indicó. Más aún entre los trabajadores del citrus quienes escuchan que peligra la fuente laboral. “Se crea un ambiente muy malo”, acotó. Camejo dijo que de esa manera “se juega” con el trabajo. “Que él seguramente de trabajo no conoce nada”.
Incluso, lo comparó con la cancrosis cuando no se conocía demasiado de esa enfermedad. “Me han contado los citricultores de Chajarí o Mocoretá que era gravísimo como les llegaban, les cortaban las plantas de 20 o 30 años. Ver perder toda su producción era lamentable pero por ignorancia hacían esto. Hoy puede haber cancrosis pero se saca y se trata de mantener la planta lo más que se pueda. Se puede exportar y consumir la fruta normalmente”, dijo.
Para Taylor, el HLB y la cancrosis son “dos cosas totalmente distintas”. “La cancrosis se puede controlar”, indicó. En cambio, si bien hay muchos centros de investigación en el mundo acerca del HLB, todavía no se ha encontrado la cura. “Se está trabajando muy fuerte porque es un flagelo mundial”, indicó.
Una perspectiva negativa sería que se confirme el caso y que en Entre Ríos suceda lo mismo que en Florida, donde se detecto en 2005, y a nueve años queda en pie el 50 % de la producción a pesar de la cantidad ingente de dinero que gastó el gobierno estadounidense en controlar la plaga. Según Taylor, muchos propietarios arrancan las plantas que les quedan y venden las propiedades. “Por suerte tienen un gran valor inmobiliario que no es el caso nuestro porque no va a tener gran valor inmobiliario las quintas que se infecten con HLB”, indicó.
El lunes estará en Concordia la presidenta del Senasa, Diana Guillen, junto con un equipo de trabajo. Taylor dijo que la Fecier (entidad que agrupa a las cuatro Asociaciones de Citricultores) quiere discutir que medidas se tienen que tomar. Si bien hasta el momento no se ha encontrado el HLB, “tampoco se ha buscado mucho”, acotó.