Los niños recibían como pago 6 pesos por kilo cosechado en un predio de 4 hectáreas en el que se producen frutas finas para la elaboración de dulces y conservas.
Ante la presencia de los agentes de la AFIP los niños, que cargaban baldes de 20 kilogramos de peso, corrieron a ocultarse entre los pastizales cercanos hasta que finalmente se logró identificarlos.
La AFIP radicó la correspondiente denuncia en la Comisaría de Lago Puelo y en el Juzgado Federal de Primera Instancia de Esquel, a cargo del Juez Guido Otranto.
El Código Penal prevé penas de 1 a 4 años de prisión para quien aproveche económicamente el trabajo de un menor.
La producción tenía como destino una fábrica de dulces localizada en la ciudad de El Bolsón, provincia de Río Negro.