Kisser, dispuesto a usar la escoba con los “desertores”

Kisser, que resultó victorioso de la interna partidaria de este domingo, tiene fecha para asumir el 14 de noviembre y su llegada a la presidencia del Comité Provincial se notará, entre otras cosas, por su idea de corregir la situación de “varios desertores de las filas de la UCR que siguen afiliados. Seguramente nos vamos a estar abocando ni bien asumamos porque creo que hay que poner orden en esto: todo aquel que se fue por afuera del partido, ya sea con alianzas o integrando listas de otros partido” encuadra en “inconducta partidaria”.
“Si dejamos pasar esto, de la misma manera vamos a permitir los famosos radicales K, que por suerte en la provincia por lo menos públicamente no los tenemos. Yo creo que hay que poner el partido en caja, evitar todo este tipo de desbordes, porque de lo contrario el partido parece una banda”, comparó.
“Podrá presentarse a elecciones por la Concertación sin irse del partido, pero el partido resolverá si lo va a mantener adentro o no. Esto no depende de la voluntad de Solari, la conducta partidaria la establecerán los órganos partidarios”. Personalmente, Kisser entiende que “el que se va a conformar una fórmula por afuera del partido sin que el partido haya aprobado la alianza pertinente es porque no se siente contenido en su partido. Y nadie le prohíbe que sea candidato con Martínez Garbino, pero su ficha de afiliación debe caer, porque entonces esto sería un caos: si pierdo la interna, o no me gusta la interna, me voy por afuera y sigo usando el sello y la tribuna radical”.
De acuerdo con las normas partidarias, el caso de Solari —y el de los dirigentes radicales que por estas horas se sumarían a las listas de la Concertación para las elecciones de marzo de 2007— debería ser resuelto por el Tribunal de Disciplina, con posibilidad de apelación ante el congreso partidario, es decir, ante el mismo ámbito donde Solari fracasó con su planteo para avanzar en un frente electoral con Martínez Garbino.
La nueva conducción asume a mitad de mes, es decir, 30 días antes de las elecciones internas abiertas y simultáneas que definirán los candidatos radicales para las generales de marzo. La primera tarea será encarar ese proceso “con la mayor transparencia y evitando cualquier conflicto”.
Kisser dijo que se vio “sorprendido” por la gran proporción que su lista obtuvo sobre la de su adversario, Juan Carlos Arralde. Y aunque consideró que alguna tendencia en el mismo sentido “debería haber” en diciembre aseguró que no tomará parte de la campaña del precandidato a gobernador Gustavo Cusinato.

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