Kisser explicó que la compra del avión Fokker fue una las imputaciones que se le formularon a Montiel en el juicio político que en aquel momento se promovió y recordó que el actual Fiscal de Estado, Julio Rodríguez Signes, era uno de los promotores. Además dijo que “tanto el juicio político, como el juicio civil por este avión, se armaron sin ningún sustento, porque toda la compra se había hecho conforme a derecho. Todo se armó para hostigar y pretender desprestigiar la gestión del gobierno radical. Esto fue y es político. Se quiso minimizar las obras de trascendencia política que dejó Montiel con su gestión, como lo son la Uader, Sidecreer, haber salvado el Instituto del Seguro, las viviendas en la Juntas de Gobierno, la importancia que se les dio a las propias Juntas de Gobierno, para solo mencionar algo”.
Agregó también el abogado que “no se arrimó ninguna prueba medianamente seria, y como el Fiscal de Estado debe haber advertido que no tendría éxitos en una apelación, aparentemente se habría hecho dictar un decreto por el gobernador, autorizándolo a no apelar la sentencia, porque de esta manera estará cubriéndose la responsabilidad en este juicio irresponsablemente promovido”.
Cuando se le preguntó a Kisser desde cuándo data la sentencia, manifestó que “salió a fines de marzo de este año, y llama la atención que las autoridades partidarias y el bloque de diputados provinciales hayan guardado tanto silencio, frente a un hecho de tanta trascendencia política. Parecería que hay vergüenza en defender un gobierno transparente como el de Sergio Montiel, frente a los actos de corrupción y negociados que se observan a diario, tanto a nivel nacional como provincial”.
Más adelante, dijo que “a Montiel se lo quiso destituir, se lo persiguió con denuncias penales, y una vez fallecido, a la propia familia se la demandó civilmente por su gestión de gobierno, mientras que este gobierno de Urribarri no puede dar explicaciones serias del despilfarro que se hizo con créditos y subsidios a los Senor para una fábrica de cosechadoras truchas, tampoco esta claro el dinero entrerriano destinado a Cotapa, al Frigorífico San José, y para solo mencionar los casos más resonantes de estos días. Es hora que los entrerrianos nos demos cuenta quiénes son los que nos gobiernan”.
Por último, Kisser dijo: “alguna vez estos pregoneros de un supuesto ‘sueño entrerriano’ tendrán que rendir cuentas, pero en serio, de lo que se hizo y no se hizo con nuestros impuestos que cada vez son más gravosos”, indicó.
En 2005, el Fokker F-28 que pertenecía al Estado entrerriano, comprado por la administración de Sergio Montiel en 2.500.000 dólares, finalmente iba a ser cedido a la Fuerza Aérea Argentina por 700 mil dólares, vale decir a menos de un tercio del valor al que fue adquirido en el año 2000. Según trascendió en ese momento, la fuerza iba a destinara el obsoleto aparato al desguace, a los efectos de poder “extraerle repuestos” para usar en sus aeronaves.
