Secundado por Jorge Busti, Pedro Guillermo Guastavino y Julio Solanas -además de varios de sus ministros-, Kirchner volvió a Paraná después de aquella inesperada visita, apenas asumió el cargo, para solucionar el conflicto que mantenían los docentes con el entonces gobierno de Sergio Montiel.
En esta ocasión, el presidente visitó la capital entrerriana para firmar el acta acuerdo donde se compromete a construir la planta potabilizadora de Paraná. Según estimaciones la obra dará trabajo 400 personas y demandará una inversión de 43 millones de pesos en un tiempo estimado de dos años.
“Algunos dirigentes que hablan mal sobre la obra pública –expresó Kirchner en su discurso-, los que dicen eso deben vivir en Barrio Norte, porque no saben lo que es vivir sin cloacas, sin agua, ni casa”.
También apeló al “pueblo entrerriano, al pueblo paranaense” a que no lo dejen solo, que lo apoyen y no le de la espalda y aseguró estar con todo el coraje y dispuesto a “avanzar con ustedes”.
A poco de finalizar prácticamente se arrojó desde palco para mezclarse entre la gente, saludar a cada uno de ellos -algo similar había hecho en la caravana desde la Brigada Aérea hasta llegar al centro, por lo cual hubo una demora importante- y apenas si pudo ser rescatado por personal de la custodia presidencial.
En la Plaza 1º de Mayo hubo desde niños, escolares, desocupados, trabajadores públicos, municipales, en su mayoría identificados con el Partido Justicialista. Las banderas así lo hacían saber.
El primero en hablar fue el intendente Julio Solanas, visiblemente emocionado, contó que cuando Kirchner era candidato a Presidente “me cautivó porque habló como un intendente de la República Argentina, sobre las cooperativas, de los desagües. Ha dado una lección de las pequeñas cosas. Esta obra cambia la vida de miles de paranaenses y entrerrianos”.
Por su parte, Busti le aseguró a Kirchner “que le va a pasar lo mismo que a José Hernández, que vino a Paraná y se enamoró de Entre Ríos, de su trabajo y gente”.
Luego el gobernador hizo un recorrido por las obras de su gobierno y volvió a recordar la figura de Montiel al afirmar que “en la primera vez usted que vino, había bonos federales, no se le pagaba a los empleados sus sueldos, ni a los jubilados”.
Finalmente, y coincidiendo con el fin de sus palabras declaró: “Nosotros tenemos códigos y palabra, vamos a estar con usted cuando la antipatria perturbe”.