Nuevamente, el presidente argentino incluyó el conflicto por las plantas de celulosa en la inauguración de un nuevo período de sesiones ordinarias del Congreso, donde, como es tradicional, realizó un balance de gestión ante la Asamblea Legislativa.
Cuando estaban por cumplirse dos horas de discurso, Kirchner hizo el clásico repaso de los motivos por los que se desató la controversia, según la visión argentina. Recordó que hace un año, también en la apertura de las sesiones en el Congreso, hizo una exhortación a su par uruguayo a acordar que las papeleras detuvieran sus obras por 90 días, pero que esa propuesta terminó en fracaso.
Kirchner recordó que la controversia se da porque Uruguay autorizó la construcción unilateral de la planta de celulosa. además, dijo que el encuentro que mantuvieron ambos mandatario en Chile pudo haber sido un punto de partida para el diálogo, pero que «las negociaciones, que tuvieron un inicio exitoso, se interrumpieron y pusieron fin al diálogo bilateral».
«La no relocalización de Botnia hizo que la Argentina buscara el camino de la Corte Internacional de la Haya. Ahora la apuesta es a la gestión del rey de España», dijo Kirchner, quien aseguró que «le duele en el alma no encontrar una voluntad negociadora».
«Es muy difícil negociar cuando se dice ‘se hace esto o nada’. Hermanos uruguayos, hermanos uruguayos, a quienes tanto queremos, ¿cómo ‘se hace esto o nada’? Hagamos algo que nos contenga a todos. Esa es la práctica de la hermandad. Creo que en términos históricos, con esa actitud, están cometiendo un error estratégico», dijo.
«La teoría del hecho consumado puede servir para un tiempito», señaló, «pero no para todos los tiempos». Y agregó: «Cuando Vázquez dice que quiere negociar le digo, negociar sí, pero no acatar».
«Desde la Argentina, desde el gobierno de los argentinos, la mayor de las humildades. Ahora, cuando el hermano presidente la república uruguaya dice que quiere negociar, yo le digo desde acá, desde este Congreso, que negociar es otorgar, conceder, verdades relativas, buscar intereses que nos contengan a ambos países, querido Tabaré. Negociar haciendo solamente lo que ustedes creen que hay que hacer, por más buena fe que tengan, es acatar, no negociar, dialogar. Nosotros queremos negociar, dialogar, paz y hermandad entre Uruguay y Argentina», sostuvo.
Repercusiones
Fuentes de Presidencia señalaron a Índice 810 que el presidente no tiene pensado contestar las afirmaciones de Kirchner en esta jornada. De hecho, dijeron que el mandatario está abocado a la preparación del discurso que realizará mañana en la Plaza Independencia (con motivo de sus dos años de gestión) y a los ajustes para la llegada del presidente norteamericano George W. Bush.
Es claro que en el discurso de mañana estará el conflicto con Argentina y, en este marco, no se descarta que Vázquez pueda hacer mención a los dichos de Kirchner.
Índice 810 intentó obtener la palabra del canciller de la República, Reinaldo Gargano, pero no fue posible.
Este diferendo, que tensó al máximo las relaciones diplomáticas con Argentina, forma parte de la memoria anual enviada por el presidente al Parlamento. Allí Vázquez hace referencia al conflicto, al cumplir su segundo año de gobierno, a la vez que varios ministerios y organismos públicos mencionaron el diferendo con Argentina y el bloqueo de los puentes como un elemento de distorsión de sus gestiones en 2006.
Concretamente, Vázquez dice en el texto que confía en que el diferendo con Argentina por la instalación de las plantas de celulosa se solucione a través de la «salida diplomática», ya que se trata de «dos naciones históricamente hermanas».
Por su parte, en su informe, el canciller Reinaldo Gargano vuelve a acusar a Argentina de no cumplir «nunca» con los fallos de los órganos regionales.
Situación del conflicto. En el terreno diplomático, las relaciones entre ambos países permanecen congeladas. La llave está en la gestión de buenos oficios que viene realizando la corona española y se aguarda el comienzo formal del diálogo en Madrid, que será en la segunda quincena de marzo.
En el plano jurídico, Uruguay prepara la contra memoria del caso para presentar ante la Corte Internacional de Justicia. Allí se procurará demostrar que el reclamo argentino carece de fundamento, en cuanto a la violación del Tratado de Río Uruguay.