Juró Jakimchuk en reemplazo de Lauritto

En su artículo 6º se lee que, producida una vacante en la Cámara de Diputados “se cubrirá en forma inmediata y en primer término, por un candidato del mismo sexo que siga en el orden establecido en la lista oficializada por la Justicia Electoral, y este suplente completará el período del titular al que reemplace”.
Así lo dispuso el Tribunal Electoral provincial, al contestar el oficio de la Cámara dando cuenta de la renuncia de Lauritto y contradiciendo lo que en el mundillo del oficialismo se daba como un hecho: que fuese la titular de Administración Nacional de la Seguridad Social (Anses), Adela Esparza, quien ocupara esa banca. Esparza, con el lugar número 20, era quien seguía en la lista, pero Jakimchuk, en el lugar 21, era el primer varón que continuaba en la nómina que presentó el Frente Justicialista para la Victoria en las elecciones de octubre.

Tras el juramento de Luis Jakimchuk, la tercera sesión de la nueva Cámara de Diputados con cómoda mayoría oficial surgida de las elecciones de octubre, siguió adelante con el tratamiento de iniciativas requeridas desde el Poder Ejecutivo. Y aunque esta vez también se escucharon quejas de la oposición al apuro del oficialismo y las limitaciones al estudio y discusión de los proyectos (otra vez fue el socialista Lisandro Viale quien más protestó), la adopción de la modificación propuesta por el FEF al proyecto que habilita al Ejecutivo a la refinanciación de deudas marcó una diferencia.

El Ejecutivo pidió que se aprueben reformas al artículo 42º de la ley Nº 5.140 de administración financiera. La norma habilita al Poder Ejecutivo a realizar operaciones de crédito público con el objeto de reestructurar y/o refinanciar la deuda pública provincial mediante su conversión, consolidación o renegociación “en la medida que ello implique un mejoramiento de los montos, plazos y/o intereses de las operaciones originales”. Lo que se pedía era afectar la coparticipación federal de impuestos en garantía.

El FEF propuso un agregado para el Poder Ejecutivo se vea obligado a informar a la Legislatura sobre el uso que le dio a la autorización otorgada, conjuntamente con todos los antecedentes de cada operación realizada.
A juicio del diputado Diego Lara, esta reforma viene a contrarrestar lo que entendió como una “delegación de facultades al Ejecutivo”, en tanto los legisladores podrán saber “cuáles son las mejoras en los montos, los plazos o los intereses” a los que se arribe en virtud de la renegociación de la deuda, que según indicó el presidente de la bancada oficial, Reynaldo Navarro, tiene en 2012 vencimientos por 360 millones de pesos.
En cambio, para la UCR, el agregado del FEF no alcanza para salvar la “delegación de facultades”. El presidente de la bancada, Agustín Federik propuso agregar al texto las limitaciones contenidas en el artículo 122º de la Constitución, pero no encontró eco.

Por su lado, Navarro recordó que la provincia tenía una deuda en dólares más CER “que no era de esta gestión” y en la que estaban también “los bonos federales” y que se refinanció a 20 años y en pesos y sin CER. Remarcó que no se estaba tomando nueva deuda sino habilitando a refinanciar los 360 millones de vencimientos en iguales o mejores condiciones, a fin de no distraer esos montos de las proyectadas inversiones en obra pública.
En consecuencia, en este punto los dos peronismos votaron juntos y consiguieron 23 votos (había dos ausentes) sobre ocho de radicales, socialista y el de Generación para un Encuentro Nacional (GEN).
A diferencia de lo que pasó con el anterior proyecto, para la prórroga a las excepciones a la Ley de Responsabilidad Fiscal –que se viene votando desde 2009– el Frente Progresista dio sus votos para el tratamiento sobre tablas, porque, explicaron, entendían la “urgencia de su tratamiento”.
Luego, como último punto de importancia se aprobaron las reformas a la ley de Vialidad Provincial que permitirá, mediante la elaboración de convenios con municipios y comunas, colaborar y asesorar para el desarrollo de su infraestructura vial urbana. Se aceptó aquí también una pequeña modificación del FEF, propuesta por al diputada Rosario Romero.

Ansiedades.

El tratamiento de la segunda iniciativa disparó un nuevo y colorido cruce entre el socialista Viale y el presidente de la Cámara, José Allende, que en las pocas sesiones desarrolladas ya se perfila como un clásico de este período.
Viale lamentó las “delegaciones de nuestra potestad legislativa al Ejecutivo y se quejó porque no fue atendido en su pedido para que la oposición ocupe la presidencia de alguna comisión. Dijo que la uniformidad oficialista en la presidencia de las comisiones “no tiene antecedente ni en el Senado ni en Diputados de la Nación”, a pesar de la amplia mayoría obtenida por Cristina Fernández en su reelección.
Viale reclamó también que se ponga fin a la “mecánica de trabajo” del oficialismo y se dé lugar al estudio en comisiones.
Allende dejó la presidencia para contestarle. “No hace falta presidir una comisión para trabajar. Hay que dejar de hablar tanto y trabajar”, le dijo y puso como ejemplo el aporte que hizo el bloque del FEF.
Respecto al reclamo para que los proyectos pasen por comisión, Allende abandonó toda sutileza. Trató a Viale de “ansioso” porque las comisiones recién se están conformando, y ofreció un consejo para identificar una conducta de este tipo: “Hay que observarlos cuando van al baño, si tira la cadena antes de terminar de hacer pichí, estamos en presencia de un ansioso”.

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