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José Luis Cabezas. Presente!

"El poder es tener impunidad. Ser poderoso es ser un impune, un hombre al que no le llega nada…, un poderoso es el que consigue o tiene la posibilidad de conseguir una ventaja", aseguró Alfredo Yabran. El empresario acusado de numerosos hechos de corrupción fue fotografiado el 16 de febrero de 1996 por Cabezas en sus vacaciones Pinamar. Ya nada fue igual a partir de allí. De esa imágen resultó, un año después, un fotógrafo muerto. Una banda de policías corruptos desbaratada. Jueces desconfiados. Zonas liberadas.  Y el principal sospechosos de ser el autor intelectual de toda esa revuelta, muerto de un escopetazo en la boca: Se suicidó Yabrán.

"Sacarme una foto a mí es como pegarme un tiro en la frente", dijo alguna vez en una entrevista el canoso de profundos ojos azules. "Ni los servicios de inteligencia tienen una foto mía". El asesinato de José Luis Cabezas develó a la sociedad el estilo mafioso de resolver problemas cuando surgen complicaciones dentro de una organización, institución o empresa, en el afán de conseguir poder y dinero. Además desenmascaró a una red de jueces que amparaban a esta red mafiosa y sacó a luz la decadencia de la justicia argentina. "Si me sacás una foto, me matas", habría dicho Yabrán.

La noche del 24 de enero de 1997, Cabezas había ido junto a su compañero Gabriel Michi al cumpleaños del empresario Oscar Andreani, en Pinamar. Salió sólo del lugar y fue seguido por cuatro personas, miembros de una banda que después se la conocería como  "Los Horneros" y de la que formaba parte Gustavo Prellezo. Antes de que llegue a su casa fue secuestrado, esposado y golpeado. Se lo llevaron en su propio auto, un Ford Fiesta, a una cava de General Madariaga, Prellezo lo hizo arrodillar y le pegó dos tiros en la cabeza, metió el cuerpo al auto y prendió fuego todo. Esa noche, se apagaron los flashes.  José Luis Cabezas fue asesinado el 25 de enero de 1997, en las afueras de Pinamar.

El entonces presidente, Carlos Saúl Menem, prometió esclarecer el caso; sin embargo hubo fuertes críticas hacia él por la forma en que la investigación fue llevada adelante.

Luego de meses de pistas falsas y en que la investigación parecía que se iba a diluir con personas que no tenían nada que ver con el hecho ni con Cabezas, aparecieron unos sujetos de La Plata que confesaron su participación en el crimen: "Los Horneros". Sergio González, Horacio Braga, José Luis Auge y Miguel Retana fueron quienes, junto a Prellezo secuestraron a Cabezas y confesaron que les habían pagado para hacer el trabajo, pero que solo le iban a dar "un susto".

Los ex policías, Sergio Camaratta (falleció en el 2001) y Aníbal Luna. El Jefe de Seguridad de Yabran, Gregorio Ríos, (quedó libre en 2008 beneficiado por el 2 x 1) Prisión perpetua el ex comisario de Pinamar, Alberto Pedro "La Liebre" Gómez, por haber "liberado" la zona la noche en que mataron a Cabezas y en 2010 recibió el beneficio del arresto domiciliario.

El 2 de febrero de 2000, en los Tribunales de Dolores y luego de varios meses, los camaristas Jorge Dupuy, Susana Yaltone y Pedro Begué emitieron las sentencias contra todos los imputados. Gustavo Prellezo, condenado a cadena perpetua y liberado el 21 de diciembre del 2016 por "buena conducta".

A 20 años del crimen del fotógrafo siguen presentes las palabras de su colega y amigo de la revista "Noticias", Jorge Fontecchia: "No se olviden de Cabezas. Pero no se olviden de por qué lo asesinaron. No se olviden de reclamarles a los diarios coraje para comprometerse con los temas difíciles en el momento que ocurren y no después. No se olviden de que los gobernantes deben ser eficientes sin hacer trampas. No se olviden de que la corrupción genera mafias. Entonces sí, Cabezas no será olvidado"

 

 

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