Jorge Newbery, un hombre de la energía

«El único secreto del éxito consiste, tan solo, digámoslo de una
buena vez, en poner en juego la voluntad, el buen criterio y la
honradez administrativa.»
Jorge A. Newbery

«Nuestra mayor tristeza proviene de no saber quienes somos.»
Raúl Scalabrini Ortiz

En homenaje a Raúl Larra y Alejandro Guerrero, que nos dieron
a conocer al verdadero Newbery.
Pino Solanas y Félix Herrero

Los aportes de Newbery al pensamiento energético nacional

La acción y el ideario nacional de Jorge Newbery en el terreno de la energía son de una importancia fundamental, y pueden resumirse en los siguientes grandes aportes.

El primero es que en una Argentina dominada por los principios del Código de Minería (propiedad provincial y máximas facilidades para las empresas extractivas), propició la creación de una Reserva Nacional petrolífera.

Argentina, cuando en 1907 se descubre el petróleo en Comodoro Rivadavia, no tenía, ni por asomo, una legislación específica para los hidrocarburos. En el mundo eran pocas las legislaciones en esta materia, y cuando Argentina se incorpora a los países petroleros sólo eran diez u once los que ya extraían crudo. Estados Unidos, donde comenzó (1859) y se desarrolló la explotación petrolera, se basaba en principios muy individualistas que fueron progresivamente limitados con el transcurso del tiempo, pero la base de la economía petrolera estaba en el contrato privado entre la petrolera y el propietario de la superficie. El Estado norteamericano no tenía yacimientos, ni empresa, y participaba poco en la renta y en el control hasta que, ante el abuso del trust de la Standard Oil (recordar que recién en 1890 se promulgó la Ley Sherman contra los abusos monopólicos), el Estado comenzó a llevar a cabo una política de regulación, pero sin inmiscuirse directamente en la industria del petróleo. En base a esta ley, en 1909, cuando Newbery y Thierry escribían su libro, el Tribunal Federal de los Estados Unidos sentenció la disolución de la Standard Oil.

Jorge Newbery y Justino Thierry, en un mundo petrolero casi siempre dejado a la acción descontrolada e individual de las empresas del petróleo, encuentran que uno de los países productores (Rumania) había legislado sobre la materia, estableciendo una Reserva Nacional administrada por el gobierno. A partir de esa ley rumana propician lo que desde 1907 hizo el gobierno nacional argentino: reservar áreas petroleras para que las multinacionales (la estadounidense Esso y la británica Shell) no se las adueñaran, como terminaron haciendo en provincias del Cuyo y del norte.

La posición de Newbery es clara: en su libro transcribe íntegramente la Ley rumana para que sirviera de fuente de inspiración a las autoridades argentinas. Recomienda que la imiten haciendo del petróleo de Comodoro Rivadavia una reserva nacional. Fue lo que se realizó en 1910 a pesar de las críticas de sectores liberales y conservadores que consideraban que el Estado no debía intervenir en la actividad petrolera.

El segundo aporte de Newbery a la energía argentina fue su lucha por demostrar que la calidad del petróleo argentino no tenía menoscabo (no era sulfuroso como afirmaban quienes querían que no se produjera petróleo, para seguirlo importando).

Como muestra la historia energética argentina, los países dominantes combinaban dos políticas, según fuera la conveniencia coyuntural y según sus planes estratégicos de orden mundial (el petróleo nació mundializado, no es una obra de la globalización del Siglo XX). Estas dos políticas consistían en apoderarse de las reservas y, cuando no les convenía la extracción, por razones de precios o de cantidad, se trataba de convencer que era petróleo de baja calidad o escaso para una explotación rentable.

La lucha por las reservas fue perpetrada especialmente por las compañías inglesa y norteamericana, que ya entonces se disputaban el petróleo árabe(1). Frente a la figura de Lawrence, Jorge Newbery resulta un verdadero héroe de la defensa de los recursos naturales de uno de los países colonizados.

Esa práctica tan negativa de impedir la extracción de un recurso natural no sólo se impuso contra nuestro petróleo. Antes de 1907 Argentina ya había sufrido la presión ‘globalizadora’ por haber utilizado, por primera vez en la región, cal y cemento argentinos en el Dique San Roque, que sustituyeron a la cal inglesa y al cemento francés. Este dique fue, en su tiempo, el decimosegundo más alto del mundo y el primero en volumen de embalse. A pesar de los presagios de los importadores de aquí y los exportadores de Europa, para asustar a la población cordobesa, el dique nunca se rompió. Pero esos intereses lograron, sin embargo, llevar a la cárcel durante siete años a Bialet Massé, hasta que la justicia lo liberó reconociendo la injusta persecución sufrida.

La política de desprestigio contra nuestros recursos, naturales o industriales, continuaría luego con el carbón nacional, del que se dijo que tenía azufre y pobre potencia calórica. Del gas natural local se dijo que era escaso y también sulfuroso (esta argumentación le permitía a la compañía concesionaria británica, Primitiva de Gas, seguir importando carbón mineral para ser gasificado).

Frente a estas prácticas interesadas, Newbery contribuyó a la investigación que debió realizarse para comprobar la buena calidad del petróleo argentino y, enfrentándose con la Compañía Primitiva de Gas, bregó por la nacionalización del servicio público de alumbrado.

La gasífera británica se radicó en 1865 en nuestro país, y en el año 1888, el presidente de la empresa, Jorge de Le Roux, afirmaba en su informe a la asamblea, que ‘en el transcurso de 23 años la cantidad de los beneficios ha sobrepasado 28 veces el capital inicial’ , como cita Newbery (1904b). La Primitiva , gran multinacional del siglo XX, atacó fuertemente a Jorge Newbery.

La batalla que esta gran figura llevó a cabo para que se crearan empresas energéticas estatales fue el tercero de sus aportes energéticos. Desde la función pública, a la que honró con honestidad y patriotismo, escribió y actuó para que se estatizara el sector del gas y la electricidad. Propició -vía la municipalización- que empresas públicas reemplazaran a los capitales extranjeros instalados mediante concesiones casi eternas utilizando con prácticas monopólicas más cercanas a la corrupción que a la moral que proclamaban. La posición newberiana se basó en sus estudios, en la experiencia adquirida en sus viajes y estadías en el exterior y en su acción como director de estos servicios en la Capital Federal. Los estudios técnicos fueron una contribución fundamental de Newbery.

La defensa que hizo Newbery de las empresas estatales la basó en su conocimiento de la gestión eléctrica y del gas natural en los Estados Unidos y Europa. En la industria del petróleo, como ya se dijo, no había empresas estatales en el período de Newbery (murió en el año 1914). La primera empresa estatal tardó más de 50 años en crearse, contando desde el inicio de la extracción petrolífera en los Estados Unidos, y apareció en Europa hacia el inicio de la primera guerra mundial, amparada en la transformación energética mundial acaecida con la sustitución del carbón en las calderas de los buques. Se iniciaba, para muchos analistas, la era del petróleo. Recién con el aporte de capital estatal en la British Petroleum(1) se creó la primera empresa pública de petróleo. YPF sería la segunda del mundo que, con forma empresaria, se constituyó en 1922. Como no deja de repetirse, fue la primera empresa pública petrolera de América y luego muchos países latinoamericanos la tomaron como modelo.

Hacia 1910 se conocía la existencia del petróleo en los países árabes, pero aún no se lo extraía. Estos países estaban sometidos por Turquía, Francia e Inglaterra. La lucha por definir los límites de las colonias petroleras creaba incipientes conflictos, y recién con los acuerdos petroleros de Achnacarry y de la Línea Roja (ambos en 1928) habría una tregua en la guerra petrolera entre Estados Unidos y los países europeos (Francia e Inglaterra).

Notas:
1) El papel de ‘héroe’ que se le atribuye a T. E. Lawrence es por su acción ‘liberadora’ de los países árabes del Imperio Otomano para que quedaran disgregados en manos de las petroleras británicas. La figura de Jorge Newbery se agranda porque tiene el significado del héroe que se enfrentó contra las compañías energéticas de los imperios. El conflicto entre la Esso y la Shell también se sufrió en Argentina durante muchas décadas, e incluso fue la causa de la guerra del Chaco paraguayo-boliviano. Hacia 1910 se conocía la existencia del petróleo en los países árabes, pero aún no se lo extraía. Estos países estaban sometidos por Turquía, Francia e Inglaterra. La lucha por definir los límites de las colonias petroleras creaba incipientes conflictos, y recién con los acuerdos petroleros de Achnacarry y de la Línea Roja (ambos en 1928) habría una tregua en la guerra petrolera entre Estados Unidos y los países europeos (Francia e Inglaterra).
2) La British Petroleum (ex Anglo Persian, y hoy BP) que a fines del siglo XX fuera privatizada por M. Thatcher, había sido estatizada en 1916 por decisión del Almirantazgo británico, cuando el joven W. Churchill era Primer Lord. La medida se tomó para asegurar el abastecimiento de fuel oil a los barcos de la Royal Navy.

* Trascripción del primer apartado de la Introducción escrita por el Presidente y el Vicepresidente del MORENO, para la reedición del libro EL PETRÓLEO , de Jorge Newbery y Justino C. Thierry, publicado por la Biblioteca Nacional.

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