JORGE LANATA ¿ INTOLERANTE Y CRISPADO ?

Jorge Lanata participó con su estrategia habitual de reemplazar argumentos por chicanas, más cercanos a su pasado de ex empresario que de periodista. Tomás Abraham, que se autodefinió como intelectual, aunque sus actitudes estaban más cercanas a un barra brava de Vélez Sarsfield, del que es hincha, y con argumentos más propios de un fabricante de medias que al de un “filósofo”. María Pía López y Florencia Saintout fueron a jugar en territorio absolutamente hostil como si eso fuera un debate de caballeros.
Contra lo que sostienen algunos intelectuales afines al gobierno, considero que se debe ir a jugar en territorio visitante, dar la batalla incluso contra conductores a los que sólo le falta bajarse del estrado para sentarse con los invitados afines, pero siguiendo una estrategia clara y definida. Al empezar se debe dejar constancia que nadie está ahí encarnando neutralidad, objetividad y pureza. Que se está en las entrañas de un multimedio con tentáculos en todas las actividades económicas. Que ese canal, esos periodistas son la cobertura mediática de negocios. Que el periodismo es lo secundario o lo funcional para seguir creciendo en variedad de actividades comerciales. Y con relación a los invitados, se deberá recabar si Jorge Lanata está ahí como periodista o como representante de los dueños de casa, por cuyos programas se pasea habitualmente; y si Tomás Abraham está en la mesa como “intelectual” o como asesor de Hermes Binner, cosa que el licenciado en filosofía omitió a lo largo de la noche, a pocos días de elecciones generales.

Para graficarlo con un ejemplo futbolístico: si se va a TN o canal 13 hay que hacerlo con la mentalidad de Obdulio Varela, capitán de la selección uruguaya, campeona mundial en 1950, a jugarle a los favoritos y locales en el Maracaná.

Aclarado esos puntos, identificadas las enormes falencias del informe, ahí sí debatamos.
Ir con la manos atadas, adoptar una actitud tímida, es concurrir claramente a una derrota. Por el contrario, se debe estar dispuesto a no ser invitados nunca más a los múltiples medios del poderoso grupo, como le ocurrió a Luís D`Elia, quien mucho antes que se discutiera la ley de medios les dijo, ante la perplejidad e incomodidad de Sylvestre y Bonelli: “Uds (se refería al grupo) son un revólver en la nuca de la democracia argentina”

INVITACIÓN A JORGE LANATA
El Tren, el programa que conduzco con el periodista Gerardo Yomal desde hace más de ocho años por AM 770, Radio Cooperativa, se propone desde su inicio como un espacio de análisis, reflexión y debate. Desde posiciones políticas definidas sólo invocamos honestidad intelectual para informar y comentar hechos que contradigan nuestras posiciones políticas. El slogan del programa es “periodismo impuro”. Por el estudio de la radio, en vivo, pasaron gente de ideología antagónica a los conductores. A simple título informativo y sólo para ejemplificar, desde el Tata Joffre a Moisés Ikonicoff, desde Alberto Buela a Guillermo Cherasny, desde Alfredo Leuco a Pepe Eliaschev, desde Álvaro Abós a Vicente Massot. Justamente este último polemizó con el intelectual de izquierda Alejandro Horowicz, como en su oportunidad lo hicieron Norberto Galasso con Alcira Argumedo. Por supuesto que también estuvieron invitados y concurrieron desde Ricardo Forster a Eduardo Gruner, desde Alejandro Kauffman a Horacio González, desde Silvia Bleichman a Julio Bárbaro, desde Orlando Barone a Eduardo Aliverti, desde Reynaldo Sietecase a María O`Donnell, desde Estela Carlotto a Pino Solanas, desde José Pablo Feinmann a Claudio Lozano y Jorge Altamira. Una pequeña muestra de más de setecientos convocados, algunos de los cuales estuvieron más de una vez.

En ese contexto y luego del debate en TN, nos pareció interesante invitarlo a Jorge Lanata.

Lo llamé a su casa. Me presente, me atendió con cortesía y me dijo que por sus ocupaciones no podría venir en las próximas tres semanas. Ofreció una entrevista telefónica pero la deseché porque obviamente no es lo mismo que la que se concreta cara a cara y con la participación de los oyentes. Le dije, por una razón de honestidad intelectual, que hacía un año había escrito una carta abierta dirigida a él. (1) Me preguntó de qué se trataba. Le informé que era respetuosa de su trayectoria y muy crítica de sus posiciones actuales.

Me pidió que se la enviara. Así lo hice a las 11,40 AM del jueves 13 de octubre.

Recibí la siguiente contestación de Lanata a las 12 horas y 32 minutos (se respeta el texto original, se le agregan los acentos y sólo se cambia el tipo de letra) : “ presman, acabo de ver la carta y recordé que ya la había leido. no puedo creer que después de escribir todo lo que decís seas tan caradura de invitarme a tu programa. creo que la pasarías mejor con aliverti, o barone, o ricardo jaime o de vido,o shoklender (sic) . Mientras tanto andate a la concha de tu madre y, por favor, no vuelvas a llamar a mi casa.” Le contesto a las 14 horas y 26 minutos: “Jorge: me llama la atención tu respuesta. La que publiqué es una carta crítica pero respetuosa. Como creemos en el debate y en la confrontación de ideas, invitamos a nuestro programa a todos los que piensan diferente. Es decir, no hacemos lo que en muchos casos hace la prensa favorable al gobierno y que es criticable. Dejo de lado tu exabrupto (si es por putear yo también sé hacerlo), y te reitero la invitación para cuando puedas. No quiero pensar que en el único lugar que te sentís cómodo es en los escenarios «amigos», que hasta no hace mucho tiempo eran tus adversarios. Creo que contestaste en un momento de crispación, por lo menos es lo que espero. Salvo que hayas enterrado definitivamente a aquél ingenioso periodista que creó Página 12 y se constituyó en un referente. Además, con absoluta honestidad de mi parte y para no jugar deslealmente, te hice referencia a la carta publicada hace un año. Eso es juego limpio que parece que en tu ofuscación has olvidado. Y estás a tiempo de venir a desmentir una a una las afirmaciones ahí realizadas. Y no hago programas para «pasarla mejor» como afirmás, sino porque EL TREN postula el debate y lo concreta, aún a pesar de posturas como las tuyas que son similares a las de Carrió o Macri que temen venir.”

Contesta Lanata a las 16 horas 30 minutos: “ tenés razón: temo ir porque temo que un tipo de tu talento y trayectoria me desenmascare. Por favor, teneme piedad.”

La respuesta es de las 18 horas y 13 minutos y este es su texto: “No sé quién me contesta: si el frustrado monologuista del teatro de revista o el periodista que acude a la embajada norteamericana a pedir que lo ayuden contra el gobierno. Si puede volver el Lanata de Página 12, del inicio de la Revista XXI, el de Hora 25, sería un gusto. El actual no tiene argumentos, meras chicanas, al lado de los cuales la Doña Rosa de Neustad era una intelectual. Piedad tendrás que desplegar para que aquel periodista que fuiste reconozca a éste, mendigando un lugar en el establishment. Con la ligereza de la que te has apropiado te expedís sobre el talento o no y las trayectorias que ignorás. Reemplazar la argumentación por un ingenio pedestre o la chicana cómoda es la mejor manera de presentarse desnudo intelectualmente.

Jorge: dejate de joder. Volvé y conversamos. Como gente grande y no como un chico caprichoso que se sube a su ego y construye una pequeña estatua que se encarga de erosionar diariamente. Dejá de tirar piedras sobre tu historia. Tenete piedad”.

JORGE LANATA ¿INTOLERANTE Y CRISPADO?
Lejos de la década de los noventa, donde el periodismo se convirtió en fiscal y juez, puesto en cuestionamiento su funcionamiento donde la oposición a un gobierno daba carnet de independiente mientras se ocultaba en muchos casos la dependencia al poder económico, Lanata se ha convertido en una voluminosa ballena a la que se le ha sacado el agua, encallando oportunamente en el medio más poderoso y sus aliados menores. El mero periodismo de denuncia le permitíó ocultar sus debilidades ideológicas y su precariedad intelectual. Así pasó de enfrentar a Clarín y Perfil a ser asalariado de Perfil y colaborador televisivo de Clarín.

De ser uno de los primeros en criticar el monopolio de Papel Prensa, pasó a alinearse codo a codo con Clarín, cuando la bandera la levanta Cristina Fernández. Virajes que le cuesta explicar pero que no lo inhibe para descalificar a todo aquél que coincida ideológicamente con el gobierno que sólo puede justificarse en su visión como vendidos por dinero. Una tendencia peligrosa porque bordea al penoso papel de difamador profesional contumaz.

Lanata añora su papel estelar de la época de la antipolítica. Ahora que no está en el pedestal de los noventa se siente confuso. En un reportaje en la revista del diario La Nación del 16 de enero del 2011 a la pregunta “¿Ponés en la misma balanza a Menem, a Kirchner y a Cristina?” el ex director y socio de Crítica respondió: “Son políticos ¿no? A ver, ¿en qué se diferencian? Sí, en algunas cosas, pero en un punto son iguales. Esos tipos están haciendo su negocio de poder. En el fondo me parecen pobres tipos. Ni siquiera me inspiran respeto intelectual ni nada. Son bastante brutos…Desde el kirchnerismo para acá, se ha vuelto un momento difícil para escribir. El kirchnerismo terminó haciendo una confusión de roles que, en algún punto, es muy perversa. Te deja en un lugar raro, donde tenés que estar explicando si sos, no sos, si fuiste, si vas a ser, cuando en realidad ellos no son nada de lo que dicen que son. Pero te dejan culpable a vos. Es una cosa rara. Yo todavía no tengo bien claro como es la situación”.

Después del debate anteriormente mencionado, escribió en su columna habitual del diario ultra amarillista “Libre” de la Editorial Perfil, que enarbola la falaz consigna del periodismo puro: “Supe, apenas llegué, que la producción había convocado a Horacio González y a Ricardo Forster, pero que ninguno de los dos había aceptado asistir. Su lugar, presumo, fue ocupado por dos chicas que no conocía hasta ayer: Florencia Saintout, decana de la Facultad de Periodismo de La Plata, y María Pía López, socióloga de Carta Abierta. También estaba Tomás Abraham, que tuvo un desempeño brillante en la discusión. Abraham (2) fue, precisamente, quien logró el contraste: ahí teníamos a un verdadero intelectual, cuestionador, inconforme, ácido frente a dos empleadas del Estado”. Es preciso señalar el ninguneo soberbio de calificar como chicas ( luego le adosa el de “encantadoras y cínicas” y “empleadas del estado) a dos docentes universitarias, territorio no transitado por el panelista en su formación.

Que nunca haya leído a María Pía López es sorprendente para alguien presuntamente informado y afirmar que Abraham es un “verdadero intelectual, cuestionador, inconforme….” llevaría a no considerar intelectuales a Arturo Jaureteche, Raúl Scalabrini Ortiz, Jorge Abelardo Ramos, Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, entre otros quienes apoyaron al gobierno nacional y popular de Juan Domingo Perón. Discépolo escribía e interpretaba su espacio radial sobre Mordisquito en el cual puede reconocerse claramente Lanata y Homero Manzi decidió un día no ser un hombre de letras, sino escribir letras para hombres. Es llamativo que un divulgador histórico como Lanata desconozca u olvide estos hechos muy conocidos.

Y que no recuerde la definición de Rodolfo Walsh sobre el intelectual, publicada en el número 1 de la CGT de los Argentinos: “El campo del intelectual es por definición la conciencia. Un intelectual que no comprende lo que pasa en su tiempo y en su país es una contradicción andante y el que comprendiendo no actúa tendrá un lugar en la antología del llanto pero no en la historia viva de su tierra.”

Apoyar claramente un proceso político manteniendo la independencia crítica, lo convierte a un intelectual en un empleado del Estado, según Lanata. En cambio tener como socio en un diario a un laboratorio o a un más que dudoso empresario español que desguazó Aerolíneas, es una expresión tangible de independencia. La misma que lo llevó a concurrir a la embajada norteamericana con su ex socio y ex juez Gabriel Cavallo, casualmente hoy abogado de Ernestina Herrera de Noble.

Escribe Guillermo O` Donnell en su reciente libro “ARGENLEAKS Los cables de Wikileaks sobre la Argentina de la A a la Z”: “En mayo de 2008, dos meses después del lanzamiento del hoy extinto diario “Crítica de la Argentina”, el periodista Jorge Lanata se reunió con el embajador estadounidense para vender avisos. Lanata y su entonces socio, el ex juez federal Gabriel Cavallo, le pidieron al embajador que convenciera a las multinacionales con sede en los Estados Unidos de pautar publicidad en el matutino….Lanata opina que el gobierno puede aceptar críticas viniendo de la derecha del espectro mediático pero no puede manejar que le peguen desde la izquierda, por lo que Cavallo definió como una “publicación liberal e independiente…..Lanata dice que no quiere quedar atrapado en el medio ( conflicto Gobierno-Clarín), pero si el gobierno sigue presionando tendrá que tomar partido a favor de Clarín, aunque considere que la posición dominante del medio es perjudicial para el periodismo argentino. Meses más tarde Lanata tomaría partido al declarar públicamente que “entre el gobierno y el Grupo Clarín me quedo con el más débil, que viene a ser Clarín”…….Crítica ha intentado mantener un equilibrio delicado en este choque de frente con Clarín, adujo Lanata. Dijo que le gustaría discutir de libertad de prensa con el gobierno. Pero el dominio monopólico que tiene Clarín sobre los medios argentinos es, a su modo de ver, un serio problema para el país. Si sus problemas siguen creciendo, reconoció, apoyará a los directores de los medios. Por ejemplo, rechazó una invitación para testificar ante el comité de Libertad de Expresión del Congreso porque dijo que no quería ser funcional a un proyecto de la mayoría gobernante para apoyar la pelea del gobierno con Clarín….. Lanata y Cavallo prepararon el terreno diciéndole al embajador que necesitaban su ayuda. Pero en vez de preguntarle: ¿Qué tipo de ayuda necesitan? Wayne contestó delicadamente que deberían hacer público lo que dicen que les está pasando…..Entonces Cavallo fue al grano y le pidió al representante diplomático que le facilitara algunos avisos, dice el cable. “Cavallo preguntó si el embajador le podía hacer saber a las empresas estadounidenses de la necesidad que tiene Crítica de contar con publicidad. Si el embajador contestó, su respuesta no aparece en el cable. Entonces Lanata le dio otra razón al embajador para solicitar avisos en nombre de su diario, al sugerir que Critica es el último bastión de la “prensa libre” que sobrevivía en la Argentina. Lanata predijo hechos más negativos en el futuro inmediato de la Argentina, quizá más escándalos de corrupción, y subrayó que una crisis sería casi insoportable si no existiera una prensa libre para contarle al público lo que está pasando…..El embajador Wayne les agradeció a Lanata y a Cavallo por haber confiado información tan delicada. Estuvieron de acuerdo en que la Argentina y los Estados Unidos tienen un interés común de promover la prensa libre en la Argentina y que es importante seguir trabajando con las ONG que se ocupan de temas relacionados con la libertad de prensa. El embajador dijo que buscará oportunidades para hacerle llegar sus preocupaciones expresadas en la reunión a interlocutores del gobierno de la Argentina que puedan tener alguna influencia” Página 185 y siguientes.

Está claro que el empresario Jorge Lanata ha ocupado todo lo que quedaba del Lanata periodista. Así queda claramente expresado cuando hoy que ha dejado de ser empresario, adopta como periodista sus posiciones de empresario. Es cuando dice en la Embajada, suponiendo que esto nunca iba a trascender: “pero si el gobierno sigue presionando tendrá que tomar partido a favor de Clarín, aunque considere que la posición dominante del medio es perjudicial para el periodismo argentino”. Eso es lo que hoy hace que sea tan funcional a Clarín, sea o no por plata.

Es doloroso que una frase acuñada a la muerte de Bernardo Neustad, que entonces resultaba insidiosa, cada vez adquiera más verosimilitud. Es la que consignaba: “Se fue la mala leche de Neustad, quedó Lanata.”

Será por todo esto que invitado a discutir contesta con exabruptos. El hombre que se queja correctamente de la falta de debate en la televisión pública, se niega a hacerlo en una radio porque ha sido criticado. Incluso en su crispación e intolerancia es capaz de ignorar que un debate se hace entre los que piensan distinto. O tal vez porque sepa que en un debate en serio, tendrá que tener argumentos y no chicanas; solvencia intelectual y no meros fuegos de artificio.

Por otra parte, es fácil imaginar la catarata de adjetivos escatológicos que el ex empresario incorporado al inventario del medio dominante, hubiera vertido sobre López y Saintout, si las docentes hubieran escrito una nota al estilo de la pergeñada por Lanata en Libre describiéndolo: “El gordito de ideas maleables concluye la mayor parte de sus frases con la muletilla ¿me entendés?, como un grito desesperado del antiguo Lanata para que resulte creíble su discurso artificioso actual.”

Hace unos meses el bisemanario Perfil realizaba una entrevista a Lanata en Boston, y anunciaba en la tapa que estaba “exiliado”, en forma metafórica, en EE.UU. No estaba realmente ni perseguido ni exiliado. Sin embargo, contradictoriamente, era cierto en otro sentido su exilio.

El Lanata cincuentón exilió a aquel joven periodista ingenioso con raptos de talento. De ese exilio autoimpuesto es difícil que vuelva.

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