En horas de la madrugada de este viernes, cuatro masculinos montados en tres caballos intentaron, según la versión de la víctima, robar un ternero “guacho” que se encontraba en el predio de la casa. Al ser descubiertos por el dueño del lugar, debido a los ladridos de sus perros, los malvivientes en su huida detonaron un disparo de arma de fuego, posteriormente estando en la calle dispararon nuevamente sin lesionar a nadie y huyeron al galope.
Tras lo ocurrido, vecinos de la zona convocan a una marcha en reclamo de seguridad.
Y hubo expresiones como: «No podemos permitir que Villa Adela se convierta en el Lejano Oeste», «Necesitamos que ya se tomen cartas en el asunto para no llegar a mayores», «Villa Adela es un barrio tranquilo y con gente trabajadora. No estamos acostumbrados a que se escuchen disparos ni a lo que pasó hoy», «No voy a decir que no hay robos, porque si los hay, pero nunca esto de andar a los tiros en la calle, a caballo. Una locura». “Vamos a ver cómo nos podemos armar, porque lamentablemente, es nuestra vida o la de los delincuentes”
Sin embargo, el episodio en Villa Adela tiene detalles que hacen presuponer que no se trató de un hecho de inseguridad más, aunque atípico por el modus operandi de los supuestos ladrones.
Una de las víctimas reconoció que varios de ellos serían parientes, uno al menos tendría un lazo familiar directo, reconoció a todos los que violentaron su vivienda y la hipótesis de la investigación no descarta un conflicto anterior que pudiera haber detonado el impactante suceso.
La denunciante señaló a cada uno de los atacantes y hasta identificó uno de los caballos utilizados, que sería un ejemplar que participa en carreras de caballos que se realizan en la región.
Si bien el hecho no deja de revestir gravedad, no todo es lo mismo cuando se podría tratar de una rencilla familiar -por motivos a dilucidar de parte de los investigadores- y no de la aparición de un nuevo formato delincuencial, relacionado a la inseguridad entendida en el ámbito de los delitos comunes.