Desde aquel entonces, Javier sobrelleva un padecimiento que lo priva de disfrutar a pleno de su familia, que lo ha complicado en su proyecto de vida y a la espera de que se active la resolución de la justicia, por una querella que inició en contra del estado provincial, al que representaba el funcionario policial en momentos de apretar el gatillo. No obstante ello, sigue luchando con su discapacidad al frente de un Ballet Folklórico, que este año lo tuvo en el escenario mismo de Cosquín.
En cuanto a la causa, que se encuentra en el Juzgado de Instrucción de Chajarí, a cargo del juez Redruello, se trata de un expediente voluminoso, que según Aranda se torna muy “farragoso”, a la hora de explicarlo y también desnuda algunas deficiencias en la etapa de instrucción llevada adelante por la policía. Para el profesional es inexplicable que quienes resultan denunciados intervengan en el relevamiento de las pruebas.
Para el abogado, “la causa penal se inicia en forma irregular”, porque en la instrucción no aparecen siquiera los cartuchos que se dispararon en el lugar del hecho, “ninguno de los funcionarios intervinientes -policias- que tuvieron en el estadio oyó los disparos”, decía alarmado el profesional chajariense para quien la causa se detuvo en los incidentes del partido, “pero respecto a las lesiones de Javier no se investigó”, denunció con energía el letrado.
Si bien se encuentra un efectivo policial procesado por las lesiones que provocaron la actual ceguera de Ferreyra, Aranda considera que la etapa de instrucción fue mal llevada, por lo que -además de la causa penal- actualmente se encuentran promoviendo un juicio por daños y perjuicio, “nosotros recurrimos lo que debimos recurrir”, remarcó el profesional mientras aclaraba que la presentación civil se realiza en contra de la provincia de Entre Ríos y la Liga de Fútbol de Chajarí, la que está en el trámite previo todavía.
La preocupación del profesional radica en que la causa penal se ha demorado más de dos años, por lo que “hay una mora tremenda, pasaron dos años y no se avanzó mucho”, dijo y se lamentó por esta realidad. Luego fue más allá y consideró que “no hubo la intención de la prevención policial de investigar bien”. Muy molesto indicó que sólo se dedicaron a buscar elementos menores, “piedra, cajas de vino y no hubo un solo cartucho”, consignó para luego exclamar, “pero tenemos un muchacho totalmente ciego debido a los disparos en su rostro, que se ejecutaron de cerca”.
Al abogado le llama la atención que Javier no aparezca involucrado como partícipe de ninguno de los disturbios que se produjeron aquella tarde de diciembre de 2003, “hay muchas personas sindicadas como partícipes en los disturbios y Javier aparece como una víctima aislada, alguien que intentaba ingresar al campo, supongo… y le tiraron”, dijo extrañado y agregó, “inclusive, parece que nadie sabía que le habían disparado en la cara, según el sumario”.
También remarcó que durante esos incidentes se efectuaron varios disparos, “no fue el único herido por disparo de balas de gomas, hay otro herido”, manifestó dándole mucha importancia a estos elementos que constan en el expediente “y están probados, son postas de goma”, ratificó.
El reclamo de justicia y las consecuencias que tuvo el incidente para Javier, son dos argumentos que Aranda sostiene férreamente a favor de su defendido, “porque Javier ha quedado ciego con 22 años”, remarcó para luego preguntarse, “¿cuál va a ser la indemnización de él, que tiene una hija chica, que tiene que aprender a andar de nuevo en la vida?, ¿cómo se repara eso?”.
Aranda recordó que aquella tarde, en el estadio, no había ningún otro responsable, “ninguna otra persona portaba escopeta, la que ejercía la represión era la policía”. Después aclaró que hasta que no concluya la causa penal no puede haber sentencia en la causa civil, “se llama una cuestión de prejudicialidad”. Allí radica la urgencia de continuar con el proceso, porque de lo contrario no habrá una reparación para el joven que fue víctima de una actuación violenta.
Tampoco entiende cómo dejaron intervenir a la policía en la instrucción de una causa “en la que son los mismos que han lesionado a Javier”, señaló y dijo que este caso deberían haberse abocado el fiscal el juez, “por eso digo que hay irregularidades en la tramitación de la prevención policial”, indicó para luego advertir, “los que no se investiga de entrada, después no aparece más.