Jaroslavsky propone crear el Programa de Fomento a la Industria Vitivinícola

La iniciativa que presentó la diputada provincial también dispone que se cree un Registro Provincial de Productores Vitivinícolas al que deberán inscribirse personas físicas o jurídicas que exploten por cuenta propia o de terceros la actividad en la provincia.

Se prevé que la autoridad de aplicación (área de Producción de la Provincia) firme convenios con el INTA para proporcionar capacitación y con universidades para promover la enseñanza sobre la producción de uva y la industria vitivinícola. Además, se promoverá la investigación sobre tal producción y se implementarán políticas de sustentabilidad para reducir el impacto ambiental.

Uno de los aspectos centrales del proyecto de la diputada Jaroslavsky es que faculta al Poder Ejecutivo a facilitar políticas de créditos y conceder -a manera de estímulo y por única vez- subsidios y/o exenciones impositivas a pequeños productores del rubro. “La vitivinicultura es una importante actividad que fortalece la economía de nuestra provincia, genera mano de obra directa e indirecta y permite renovar la producción agrícola posibilitando la diversidad productiva y económica de la provincia”, señaló.

También hizo referencia a la articulación entre el turismo y la vitivinicultura: “Paulatinamente se ha ido creando una sinergia positiva” y fue surgiendo el Turismo del Vino o Enoturismo, que “ofrece un potencial de desarrollo para las regiones vitivinícolas, tanto en la promoción y venta de vinos, como en la diversificación de la actividad turística y el beneficio de las comunidades anfitrionas”.

Por último, la legisladora recordó que Entre Ríos logró un amplio desarrollo en la industria vitivinícola entre finales del siglo XIX y las tres primeras décadas del XX: hacia 1928 Entre Ríos era la cuarta región vitivinícola del país, teniendo 115 bodegas, 2.500 hectáreas de viñas y una cultura profundamente arraigada en el hacer del vino.

Luego de la crisis de 1930, el Estado nacional priorizó la producción de vinos sólo en la zona de Cuyo y en 1935, por decreto, se ordenó la erradicación de los viñedos en la zona de Entre Ríos.

Tras dar cuenta de otras legislaciones que reabrieron la posibilidad de volver a aquella actividad, Jaroslavsky resaltó que “nuestra provincia es favorecida por óptimas condiciones climáticas y de suelo” y, en tal sentido, consideró que “es fundamental” la implementación de políticas públicas que incentiven la producción.

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