En diciembre el presidente Alberto Fernández anunció que la Hidrovía Paraná-Paraguay -cuya concesión vence el próximo año- dejará de estar en la órbita de Nación y pasará a ser administrada por los distritos involucrados.
Bajo este contexto, la diputada Jaroslavsky presentó un pedido de informe en el que solicita saber “de qué forma y a través de qué organismo Entre Ríos participará en el procedimiento de licitación de la Hidrovía Paraguay-Paraná para el período 2021-2040”.
Entre otros puntos también pretende saber si “la provincia tiene conocimiento de cuál es el plan de obras previsto en los pliegos preliminares y cuál el necesario para minimizar el impacto ambiental en toda la cuenca del Paraná”.
En tal sentido, se pregunta “a cargo de qué organismo estarán los controles de impacto ambiental” y si la provincia realizó estudios técnicos sobre “cuál es la incidencia del dragado de una determinada vía fluvial o terminal portuaria en relación a la erosión que estos producen en la costa santafesina y la desaparición de metros de costa en las islas entrerrianas, frente a la ciudad de Rosario”.
En el pedido de informe Jaroslavsky pide a las autoridades provinciales que detallen si han evaluado qué tipo metodología se emplea en el dragado para obtener los pies de calado necesarios por el actual concesionario, y si ésta produce algún tipo de incidencia negativa.
Y también quiere saber “si la provincia tiene en cuenta la alta sedimentación que se ha producido en la cuenca teniendo en cuenta la obstrucción de los vasos comunicantes (ríos o riachos) que irrigan nuestro delta por el depósito del material extraído a través de las dragas en zonas no controladas o aptas para ser depositadas”.
Es en este marco, que la diputada solicita que le informen si la provincia evalúa introducir en los pliegos o marco normativo cuál debería ser la ubicación estratégica del material extraído por el dragado para que no ocasione cortes, taponamientos y o cambios sustanciales en los cursos de agua.
También si Entre Ríos exigirá obras de infraestructura en aquellos sectores de la hidrovía donde -debido al dragado- se produce un cambio sensible en la velocidad de las aguas, lo que “puede llegar a producir consecuencias que pongan en riesgo la estabilidad de obras existentes, como las de fundación y defensas del puente principal del viaducto Rosario -Victoria, y las de protección de la cubierta del Túnel Subfluvial Paraná – Santa Fe”.
Gracia Jaroslavsky consideró que “es de vital importancia la participación activa del Estado entrerriano en este proceso de licitación” y consideró “crucial” el rol de contralor que deberá ejercer el Poder Legislativo en lo que respecta a este nuevo proceso.
