Los acontecimientos se registraron en los barrios Sur Baher (sureste) y Beit Hanina (este), con excavadoras escoltadas por agentes de seguridad, destruyendo un lavado de autos y una estructura comercial, respectivamente, con la justificación de la "ausencia de licencia de construcción".
La campaña de desalojo del régimen de Israel a propiedades palestinas han sido denunciadas en reiteradas ocasiones ante la Unión Europea (UE), catalogando el accionar como ilegal.
Por su parte, la UE expresó su preocupación por la intención declarada del Gobierno israelí de demoler diez edificios palestinos que contienen, aproximadamente, 70 apartamentos.
El organismo instó a reconsiderar las decisiones de Israel al enfatizar que violan el derecho internacional.
Estos desalojos se suman a los ocurridos en 2018, donde casi de 700 palestinos fueron expulsados del barrio Silwan, ubicado en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
