Irigoyen aseguró que procedió rápidamente. “Hicimos la denuncia penal, el sumario administrativo, la auditoría contable y se llamó al Tribunal de Cuentas. Paralelamente comunicamos el hecho a la opinión pública”. Además resaltó que el municipio se constituyó como querellante y actor civil. “Es decir, había que tomar medidas prácticas en forma rápida. Paralelamente tuvimos que ordenar una Tesorería y todo un sistema contable que había entrado en crisis”.
También aseguró que espera un gesto público del ex-contador Giménez. “Eso sería deseable. Ante nosotros, él se reconoció como único culpable. De hecho me dio lástima por él y su familia. Sería bueno que reparare el daño producido. Sus propios compañeros de tarea quedaron muy mal. Hay mucha gente afectada por todo esto”.
Irigoyen también destacó que el municipio no dejó de funcionar. “En un solo día de la semana pasada firmamos 700 cheques, ante la avalancha de pedidos de pago. Y esto es lógico: mucha gente tenía miedo de que no hubiera fondos. Todo esto en medio de una situación donde los empleados de Tesorería estaban mal anímicamente. Además, en una mañana tres de ellos tuvieron que ir a declarar a la justicia”, expresó.
El presidente municipal aseguró que no estuvo solo durante estas semanas. “Felizmente, cuando me han tocado momentos difíciles en la vida, siempre, siempre, he tenido mucho acompañamiento y cariño de los próximos y de los no tan próximos”. Luego admitió que hay “una caída en la confianza general de la ciudad”.
Por último, indicó que deben trabajar para revertir la situación actual. “Tenemos que recuperar la confianza. Porque al margen de las culpas o no, uno se siente responsable. Uno tiene que trabajar el doble y en eso estamos”.
