Sampietro además pidió un aumento del presupuesto para la obra social. “Ante la situación económica y financiera con que me encontré al asumir, me resultó indispensable plantear un aumento de las partidas presupuestarias para poder firmar los nuevos contratos con los prestadores. Se necesita un monto bastante importante”, dijo el funcionario.
Hoy, el Instituto de Obra Social de la Provincia (Iosper) tiene un déficit mensual de alrededor de 1,2 millones de pesos. La delicada situación del instituto produjo la renuncia la mayoría de los ex miembros del Directorio, quienes, en consecuencia, no serán consultores como contempla el decreto de intervención.
A los integrantes de la lista Unidad, Olga Foncea, Néstor Minatta y Osvaldo Blanco se agregaron luego Francisco Medero y Blanca Zufiaurre, aunque esta última aún no formalizó su decisión.
Con respecto a los reclamos de separación de los gerentes, indicó: “He pedido un tiempo prudencial, porque no me puedo quedar con las manos cortadas. Estoy abierto al diálogo y todas las inquietudes que recibí las canalicé a través de los organismos de control. Esto lo va a definir la auditoría jurídica y contable, que tiene que expedirse en un plazo perentorio”.
Otra de las causas es el elevado nivel de gastos operativos y de personal, que juntos llegan al 15%, según los datos del delegado del Ejecutivo. “En una empresa privada lo normal sería un nivel del 8 o 9%, pero este no es el objetivo en el Estado”.
De acuerdo al Presupuesto 2005 las erogaciones por sueldos del personal de planta asciende a 11,5 millones de pesos para todo el año, sobre un total de gastos de 82,3 millones.
Ante esta situación, Sampietro estudia algunos cambios: “No pretendo que se reduzca el personal, porque la fuente de trabajo es indispensable, pero sí readecuar los recursos humanos a las necesidades de la obra social”, luego aclaró que tal readecuación significaría “capacitación y redistribución de funciones, pero no traslado a otras áreas del Estado, sino dentro del mismo Iosper”. También aseguró que no se dejarán sin efecto designaciones.
Para fundamentar su visión de que el porcentaje actual resulta bajo, Garbelino comentó: “Hay más de 20.000 afiliados que pagan 6 pesos por mes por su grupo familiar, como los maestros con dos o tres horas cátedra”.
Garbelino añadió que el gasto operativo debería reducirse a la mitad, lo que implicaría controlar las erogaciones por “sueldos, teléfono, correspondencia y alquileres”.