La medida, según contó ayer Silvio Moreira, presidente del directorio del Iosper, reportará por mes unos $ 20 mil pesos, que al año constituirán una suma total del orden de los $ 250 mil. “Esto no nos resuelve financieramente nada. Más bien es un mensaje de equidad que queremos dar hacia el conjunto de nuestros afiliados. Hay que tener en cuenta que un trabajador municipal de la categoría más baja está haciendo un aporte mínimo de $ 18 por mes”, señaló Moreira.
La resolución que ayer adoptó el directorio del Iosper, sin embargo no está en firme aún. El trámite seguirá el camino de la Fiscalía de Estado, para que sea el Poder Ejecutivo Provincial quien autorice el aumento: la modificación del índice de descuento sobre el salario de los empleados públicos es responsabilidad del Estado entrerriano. “En esto no interviene ni la Comisión Fiscalizadora ni la gerente general”, señaló el titular de la obra social, en obvia referencia a las dos figuras de cogobierno que designó el Gobierno en el Iosper.
De todas formas, la medida no es nueva. Ya había sido analizada por la intervención en la obra social, que encabezó Miguel Sampietro. Entonces, se barajó un estudio que realizó el ex gerente de Prestaciones, Adrián Gómez, con distintos escenarios para un aumento del aporte mínimo sin afectar el porcentaje de aporte, del 3 % en el caso de los empleados. La idea después no prosperó.
En esa ocasión, en la obra social se diagramaron tres escenarios: si el aporte mínimo se fijaba en $ 20, afectaría a 19.600 afiliados titulares (el 20,6 %).
Si el mínimo se establecía en $ 22, el número de afiliados alcanzados sería de 25 mil (el 26,3 %).
Y si la decisión fuera que el aporte mínimo se ubique en $ 25, los afiliados titulares alcanzados serían 30 mil (el 31,6 %).
Esta vez no se optó por ninguna de esas alternativas, sino que el aporte mínimo se fijó en $ 17,41, aunque en virtud de los últimos reacomodamientos salariales el impacto sobre el universo de afiliados será menor.