El IOSPER necesita equilibrar sus cuentas actualmente tiene un déficit que ronda el millón de pesos mensuales. Actualmente, el presupuesto ronda 82 millones pesos anuales, pero sólo en gasto prestacional invierte entre $ 6,5 y 7 millones mensuales. Las estimaciones indican que a fines de año habrá gastado más de 100 millones de pesos, es decir, casi un 20 % más que sus ingresos.
Según informa El Diario de Paraná, el martes, el interventor del Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper), Miguel Sampietro, llevó la preocupación al gobernador Jorge Busti. Pero el Gobernador descartó de plano una eventual modificación de la alícuota de aportes del personal (hoy del 3 %) o de la patronal (el Estado aporta 4 % por los activos y 2 % por los pasivos), aunque dejó abierta la puerta para reajustar el aporte mínimo que hacen los empleados de los escalafones más bajos, que hoy es de 7,41 pesos, que sería elevado a 20 pesos.
Ayer, en el Iosper estaban trabajando en las proyecciones de ingresos y el nivel de impacto que una medida de ese tipo podría tener en el bolsillo de los afiliados.
Los equipos técnicos del Iosper trabajan en la definición de un piso mínimo de aportes de 20 pesos y su impacto sobre los ingresos totales de la obra social. Ya un primer bosquejo, al que accedió EL DIARIO, hecho sobre la hipótesis de un aporte mínimo de 13 pesos, establece que existen 12.241 afiliados que no alcanzan a aportar esa cifra, de los cuales el 46,7 % pertenece al área de Educación. Si el piso mínimo se fijara en ese valor, los ingresos totales de la obra social treparían un 29,5 %.
Una tercera hipótesis planteó llevar el valor mínimo a 25 pesos, en cuyo caso unos 22 mil afiliados se verían alcanzados por la necesidad de efectuar un “aporte extra”; y en caso de que el aporte mínimo se estableciera en 17 pesos, unos 16 mil afiliados deberían aportar más de su bolsillo. Aún cuando todavía no está concluido el diagrama final que se elevará al Poder Ejecutivo, en el Iosper aventuraban que fijando el piso mínimo de aportes en 20 pesos se afectaría a unos 17 mil afiliados, y se lograría un ingreso extra mensual del orden de los 230 mil pesos.
Ese, al parecer, sería el camino más viable para equilibrar las cuentas del Iosper. Luego del encuentro que mantuvo el martes con Sampietro, el Gobernador dijo que “no se va a aumentar el aporte patronal, tampoco va a incrementarse el aporte personal de los trabajadores”, aunque a la vez admitió que se “estudiará emitir un decreto para establecer un aporte mínimo al Iosper, tal vez de 20 pesos”.
Pero la modificación del aporte mínimo no es el único aspecto que pretende corregir la intervención que encabeza Sampietro y que, según el decreto de designación, se extenderá hasta el 26 de octubre próximo. También se trabaja en la posibilidad de que el Poder Ejecutivo “blanquee” todos los códigos en negro que componen la grilla de salarios de los estatales, y que idéntica medida adopten los municipios que se hallen en igual situación. Si bien no hay números actualizados, una proyección que hizo en 2002 el ex director de Administración del Iosper, Ángel Rossi, indica que “de los salarios abonados como no remunerativos ni bonificables se estima que el Iosper estaría dejando de percibir unos 320.600 pesos mensuales, cifra que en términos anuales alcanzaría los 4.167.800 pesos, lo que representa un 5,9 % del total de los ingresos. Esta cifra puede verse incrementada con los salarios en idénticas condiciones en las administraciones municipales. En términos comparativos estaríamos hablando de los aportes de un mes.”
Ángel Carmelo Rossi, ex director y ex gerente financiero del Iosper, denunció haber sido víctima de intimidaciones por parte de dos personas que, dijo, portaban armas calibre 9 milímetro, las mismas que utiliza la Policía provincial.
El hecho sucedió el martes, cerca de las 14. A esa hora, Rossi había concurrido a la sede central del Iosper a retirar órdenes médicas. Concluido el trámite, se dirigió hacia calle San Juan, a pocos metros de allí, donde había dejado estacionado su auto. Pero al llegar a la esquina de San Juan y Andrés Pazos, fue interceptado por dos personas.
“En forma rápida, me dicen: Dejáte de seguir hablando del Iosper. Conocemos la rutina que usás para volver a tu casa. Y si no te callás, te hacemos boleta cuando estés en Lomas del Mirador.”
Luego de eso, según el relato que ayer hizo Rossi a EL DIARIO, ambas personas, que portaban sendas armas en la cintura, “se subieron a un vehículo que estaba estacionado sobre calle San Juan. Era un Duna color gris oscuro. Es el mismo auto que estuvo hace una semana apostado frente a mi domicilio, desde las 10 de la noche y hasta las 6 de la mañana, que es la hora en la que yo salgo habitualmente.”