De acuerdo a lo establecido en el Juzgado Federal, Maschio comentó que la mujer de nacionalidad uruguaya se presentó en el Registro Único de la Verdad de Paraná con la intención de averiguar sobre el resarcimiento económico que otorga la justicia a las víctimas de la dictadura militar. En ese contexto, la señora cuenta que el 3 de mayo del 76 cruzó de Salto a Concordia para visitar a parientes, entre los cuales había 2 militantes políticos uruguayos que ya estaban exiliados, y fueron interceptados en el domicilio por oficiales locales y charrúas. Se habrían llevado a las 7 personas que estaban en la casa, incluído un menor de 3 años.
«El personal del Registro de Verdad toma ese relato y hace directamente la denuncia en el juzgado Federal de Concepción del Uruguay», explicó el coordinador local de Derechos Humanos. «En consecuencia, esta mujer es llamada a declarar y cuenta allí que fueron detenidos, torturados y encarcelados – por supuesto sin ningún proceso judicial – por militares de Argentina y Uruguay».
«El famoso Plan Cóndor en el que los ejércitos de los países latinoamericanos se coordinaban para perseguir de un país a otro a los militantes exiliados», recordó Maschio.
En el mismo relato la señora afirma que estuvo en la Jefatura Departamental de Concordia, en un centro clandestino y en la cárcel. «El centro clandestino que menciona se supone que es el Donovan, porque ese lugar fue varias veces identificado en las historias de otros detenidos como centro clandestino de torturas», explicó Maschio.
Justamente para tratar de reconocer ese lugar, la Justicia citó a los denunciantes para el próximo jueves 21 de abril. «La realidad es que no tienen una identificación certera de ese espacio ni logran ubicarlo con claridad, no sólo porque pasaron más de 40 años del terrible hecho sino porque no vivían acá ese momento», considero el Coordinación de Derechos Humanos local.
Lo que si recuerda esta persona y denuncia es el recorrido que hizo junto a familiares por el Centro Clandestino, luego Jefatura Departamental y Cárcel. De ahí regresan a Jefatura y después a Uruguay donde quedaron como presos políticos.
La investigación está a cargo de la Fiscal Federal Josefina Minatta, y se espera que avance con los detalles que las víctimas puedan ofrecer cuando estén en Concordia y recorran el Donovan. «Otra opción es hacer un identi kit de los militares que los secuestraron y torturaron, pero también hay que tener en cuenta el paso del tiempo y los cambios físicos», reparó Maschio. Y concluyó: «Lo más importante ahora es que la investigación siga su curso y que el testimonio de estas personas sirva para animar a otros uruguayos a denunciar. A diferencia de muchos Argentinos, ellos están vivos y lo pueden contar».
