La cuestión, es que la victima no fue capaz de dar nombres pero si identificó físicamente a los autores y asegura que podría reconocerlos. En cuanto a la responsabilidad de la fuerza, sabido es que debe garantizar la integridad física de los detenidos, máxime cuando se trata de personas que no han sido condenadas, es decir que aún son inocentes. Las celdas cuentan con siete cámaras de vigilancia que posiblemente sean la prueba más contundente que tenga la fiscalía para llegar a los autores, habida cuenta que la policía asegura desconocer quienes fueron.
El episodio se conoció por boca de otro interno que en acción de entrevistarse con el Juez de Garantías, le refirió al magistrado que Oviedo se encontraba mal. Funes Palacios ordenó un examen general al detenido, tras el que se determina que quemaduras circulares en el pecho, producidas cigarrillo.
Seguidamente Oviedo fue trasladado ala jefatura de policía, lugar del que pidió ser trasladado nuevamente a la alcaidía, porque allí pasaba frío y no se le garantizaban las condiciones mínimas de higiene.
En esa audiencia, Oviedo recuerda que fueron dos, que entraron como a las seis de la tarde y se fueron al otro día, y aclara que con el resto de los internos no tiene problemas.
Actualmente Oviedo fu reintegrado a la Alcaidía; luego que lo solicitara al Juez de Garantías.
El hombre, es defendido por el abogado particular Rafael Briceño, en una causa en la que se lo acusa de abuso de menores, y que investiga el fiscal Darío Mauttone
