La información, proporcionada por Miércoles Digital fue confirmada por voceros de la delegación Uruguay de la Prefectura Naval Argentina. Todos los móviles –guardacostas y motos de agua– participan de esta tarea, hasta el momento sin novedad.
El desgraciado suceso se produjo en las playas del sector 2, ubicado frente a la Oficina de Recepción, donde muchas veces se realizó la Fiesta de la Playa.
Un lector de Miércoles Digital narró con lujo de detalles los sucesos: «Un señor que estaba en el agua, se da vuelta, mirando a todos en general y a nadie en particular, y comienza a advertir, de viva voz, que una persona se había hundido y no había vuelto a salir a la superficie. Como ocurre siempre en estos casos primero fuimos unos pocos los que nos dimos cuenta del peligro, luego fueron más, y enseguida mucha gente se incorporó de sus lugares y corrió hacia el lugar del hecho», cuenta Carlos en su carta, que se reproduce íntegramente en la sección ‘Lectores’.
«Un hombre estaba con una nena en los hombros, de cara a la playa, y retrocediendo quería que le sacaran una foto, teniendo como fondo el crucero antes mencionado. Pero por alguna razón, en un momento tiró la nena al agua, hacia adelante, hacia la costa, y él desapareció de la superficie. Y no volvió más. Según nos enteramos después, no sabría nadar, y habría advertido el peligro intentando salvar a la chiquita, la que a su vez fue rescatada por otra persona como cuento más arriba».
«Cuando la gente se percató de lo que sucedía, se volvieron a buscar ayuda: algún bañero, Prefectura, en fin, alguien o algo que pudiera ayudar… No había nadie ni nada. No había bañeros, no había personal de seguridad, no había absolutamente nada. Comencé a gritar ¡bañeros! ¡bañeros! hacia todos lados, pero nada. Junto conmigo mucha gente hizo lo mismo, buscando desesperadamente una ayuda. También comenzamos a hacer señas y silbar lo más fuerte posible a la moto de agua de Prefectura, que en esos momentos andaba a muy baja velocidad frente a la playa de los jóvenes. Recién después de mucho gritar, chiflar y silbar, haciendo señas de todo tipo, se dieron cuenta y vinieron hacia nosotros rápidamente».
El triste episodio derivó en la búsqueda que aún no ha concluido. De acuerdo a lo que pudo saber este medio, el hombre tiene vínculos de parentesco con Concepción del Uruguay y había llegado para pasar aquí las Fiestas de fin de año.