Intendente radical no paga sueldos, hay protestas y el comité provincia habla de desestabilización

EL CONFLICTO POR FALTA DE PAGO

Son alrededor de 355 trabajadores que prestan servicios en la Municipalidad de Bovril, en el Departamento La Paz, reclaman por el pago de sueldos adeudados. A raíz de este conflicto el jueves se instaló una olla popular frente a la sede del gobierno municipal, encabezada por un grupo de empleados que revisten la categoría de "subvencionados", a quienes les deben cuatro quincenas.

Este mismo grupo que reúne a 250 trabajadores se volvió a autoconvocar ayer, impidiendo la entrada y la salida de vehículos oficiales de la comuna. El intendente de Bovril, Alfredo Blochinger (Cambiemos), reconoció la existencia "de un atraso salarial" y la "legitimidad del reclamo" que tiene paralizado al municipio. 

 

RADICALES PRESENTAN EL CASO COMO DESESTABILIZACIÓN

En un comunicado enviado a DIARIOJUNIO, la UCR provincial pretende presentar este como un caso de desestabilización y lo dicen así : Textual…

Desde el Comité Provincial de la UCR queremos manifestar nuestra posición con respecto a la situación por la que está atravesando el Municipio de Bovril, conducido por el correligionario Alfredo Blochinger. Consideramos que es legítimo el reclamo de los trabajadores, para quienes ya hay una solución en puerta, pero rechazamos cualquier intento de desestabilizar al gobierno municipal.

Con respecto a los problemas económicos para afrontar algunos pagos de haberes a los empleados municipales, entendemos que es justo y legítimo el reclamo de los empleados municipales y hemos tomado conocimiento que se ha avanzado en una pronta solución del conflicto mediante el pago de las deudas salariales existentes y el proceso de nivelación de las finanzas del Municipio, lo cual generó el levantamiento de las medidas de fuerza.

Asimismo, queremos destacar la administración del Presidente Municipal Alfredo Blochinger: sabemos de su hombría de bien y que a veces la decisión de hacer frente a gastos vinculados a la contención social, entendibles y justificables -más una merma en la recaudación-, han llevado a una situación financiera anómala que se encuentra en vías de solución.

Pero lo que no va a permitir la Unión Cívica Radical, en procura de la democracia y del resguardo institucional del Municipio, son acciones de intencionalidad política y/o infiltrados que -inmersos en las marchas de los justos reclamos que los trabajadores estatales llevaban adelante- intenten desestabilizar a un gobierno local como el de Bovril.

En este sentido, exhortamos a los partidos políticos, especialmente al justicialismo, a actuar como corresponde si observan dirigentes con actitudes desestabilizantes y contrarias a la debida tolerancia democrática.

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