Instan a los productores a participar en el negocio de los biocombustibles

Molina señaló posteriormente que el objetivo de este tipo de encuentros es “transmitir una serie de ideas sobre la actualidad de los biocombustibles, particularmente de etanol y biodiesel” y remarcó que “estamos en un momento muy especial” pues “hay mucho interés, sobre todo en las zonas núcleo de la Pampa Húmeda, como es Entre Ríos”.
Para Molina es “importante” que los productores agropecuarios —a quienes definió como “los grandes jugadores” que pueden brindar sustentabilidad a la producción de biocombustibles en la Argentina—, vayan conociendo algunas alternativas. “Estructurar un proyecto no es fácil, hay que estudiarlo a fondo, como cualquier plan de negocios, pues hay que considerar una escala de producción adecuada, la tecnología a aplicar —que no es un tema menor—, y normas de calidad y de seguridad”.
En la Argentina, a juicio de Molina, “hay recursos humanos de sobra” para lograr biocombustibles de alta calidad. “Lo que falta es decisión, armar proyectos serios”, señaló.
La tecnología “todavía tiene que desarrollarse. A nivel de prototipo y de plantas pequeñas, hay algunos emprendedores que han avanzado muy bien, a costa de un gran esfuerzo, y seguramente cuando el mercado esté formado estos pequeños empresarios, que han trabajado seriamente, van a tener un espacio para mejorar su propuesta tecnológica”.
Consultado sobre si una eventual intervención oficial en los mercados puede frenar el desarrollo de los biocombustibles, Molina admitió que en el país “estamos bastante asustados con una serie de medidas que se han tomado desde el Gobierno en los últimos tiempos, pero creo que también se aprende de los propios errores. Por eso soy optimista. Ya llegamos al punto cumbre de los errores y de acá en adelante habrá una mejor condición, la relación del campo con el Gobierno va a mejorar”. El Gobierno, añadió, “va a tomar a la producción de biocombustibles como una política de Estado”

“Será un boom”

El director ejecutivo de la Asociación Argentina de Biocombustibles, Claudio Molina, no dudó en afirmar que “en cuanto se presente un proyecto sustentable con participación de una gran cantidad de productores agropecuarios” el negocio de los biocombustibles “será un boom”. Los productores “tienen que involucrarse en este negocio para que no ocurra como en otras cadenas donde la transferencia de utilidades no es equitativa. Si están dentro del negocio la transferencia de ingresos será mejor distribuida, de lo contrario no”, advirtió.

El desafío es asociarse

Desde la Asociación Maíz Argentino (Maizar), Martín Fraguío, su director ejecutivo, consideró que “a los biocombustibles se los ve como una forma de generar riqueza desde el campo” y “nosotros creemos que se están dando las condiciones para que la Argentina juegue un papel muy importante” en este nuevo mercado.
Según Fraguío, los productores tienen la posibilidad de ser “actores centrales” de este negocio “a través de la asociación”. En Estados Unidos, comentó, la Asociación de Maíz de aquel país “en los últimos 25 años ayudó para que la mitad de las plantas de la industria de etanol, que es la más grande del mundo, sean propiedad de productores agropecuarios asociados. Son plantas grandes y muy grandes formadas por empresas similares a las cooperativas”.
Desde Maizar “queremos que los productores acepten el desafío de asociarse y consideramos que los gobiernos nacional, provinciales y municipales deben ayudarlos”, subrayó.
La ley argentina de biocombustibles, agregó, “tiene un párrafo en donde señala que los beneficios de la norma se aplican a empresas que son en un 50 % propiedad de los productores agropecuarios”.

Demanda

El primer demandante de biocombustibles, según todos los analistas, será Japón, que tiene el segundo parque automotor más grande del mundo e importa el 100 % de los combustibles que consume. Ese país, además, “ya busca fuentes de aprovisionamiento de etanol porque en 2008 comienza a regir la obligatoriedad de corte en un 3 % y para 2012 de un 9 %. Estados Unidos y Europa se disputarán el segundo lugar en materia de importación”, comentó Fraguío.
Frente a ese mercado mundial, sobre todo de etanol, la Argentina “puede jugar un rol muy importante como oferente porque el consumo interno de nafta es mínimo”.

Precios

Fraguío, en otro orden, dijo que “no vemos un escenario de alto precio para el maíz. ¿Qué pasa? El subproducto de la producción de etanol está volviendo a la producción animal, como forraje, está reemplazando al grano. A la cadena de valor industrial del maíz, entonces, se le agregó un nuevo eslabón: la producción de etanol. Ese primer eslabón le saca el almidón al maíz y todo lo que sobra ingresa para producción animal”.
“Desde nuestra óptica, lo mejor para que se desarrolle una gran industria de etanol sería que el precio del maíz no pegue un gran salto, porque si fuera así habría que buscar otra fuente alternativa”, analizó el director ejecutivo de Maizar. “Lo ideal sería que la industria de etanol sea muy rentable, para justificar las transformación maíz, un commoditie barato, en etanol, con alto precio y rentabilidad, y que en ese negocio se involucren los distintos actores de la Argentina”.

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