Mondragón dijo que van a tener un control directo. “Es una cuestión nueva que puede traer aparejado algunos ajustes”, dijo. La orden que recibieron del ministro de Gobierno, Mauro Urribarri, es evitar la reiteración de hechos como los que se investigan. No es una cuestión sencilla de resolver en la práctica. “Debemos poner un límite dando la privacidad necesaria para el momento de las visitas pero sin permitir que ocurra que pueda perjudicar a terceros”, manifestó Mondragón.
“El servicio penitenciario rápidamente reacciona luego de recibir las instrucciones del propio ministro de gobierno con la finalidad de investigar las responsabilidades, colaborar con la Justicia y ordenar un sumario administrativo cuya consecuencia es, entre otras, la puesta en disponibilidad del director de la Unidad Penal y el traslado de dos de los funcionarios responsables del área de control”, señaló.
“Nosotros ya habíamos tomado intervención, como institución, ante la presencia de las menores hace un año pero en el transcurso del presente año habrían ingresado y habrían sido conducidas por la propia madre hasta donde estaba esta persona que está imputada por el abuso”, mencionó.
Mondragón señaló que colaboraron con la Justicia aportando todos los registros de visitas, aportes fílmicos y otros elementos a los efectos de llegar a un esclarecimiento lo más rápidamente posible. “Por supuesto, esto va a ser parte de la investigación interna”, declaró.
El protocolo vigente establece que los menores no pueden ingresar a los establecimientos carcelarios sin el acompañamiento de los padres. Además deben declarar a quienes van a visitar. Pero, puntualmente, sobre las menores existía una prohibición de ingreso.
Más adelante, Mondragón dijo que se trata de una situación delicada en el Servicio Penitenciario el hecho de tener que separar a un director de un establecimiento donde hay 800 internos. Además señaló que el presunto autor del abuso fue trasladado a la Unidad Penal N° 8 de Federal.