“Es responsable de cualquier cosa que le pueda pasar a mi familia o a mi hijo”, dijo Solís en referencia a Pereyra. “En mi casa, porque trabajamos todos, queda sola una chica de once años. Si le llega a pasar algo, el comisario departamental va a tener que pagar con su vida por lo que está diciendo”, agregó.
El denunciante asegura que la conducta de Pereyra se debe a que el comisario sostiene que “está todo bien en Concordia en materia de seguridad; no quiere que sepan que a cuadras de mi casa han asaltado repartidores; han corrido a balazos a montones de gente; han robado y hay cosas que están vendiendo”. El chofer aseguró que tiene previsto encadenarse en Paraná y acudir a los medios nacionales para llamar la atención sobre la situación de inseguridad.
Sobre la raíz del conflicto, el chofer expresó que todo comenzó cuando: “el ‘Cachetón’ Carreras tuvo un problema familiar con una de mis hijas y aprovechó la oportunidad para pegarle una puñalada y robar a uno de mis hijos, y a mi otro hijo le pegaron un balazo en los dos dedos”.
Solís tenía custodia policial designada por la Jueza de Instrucción Nº 3, Marta Amaduzzi. No obstante, aseguró que su domicilio fue atacado tres veces más. “Los policías no podían hacer nada; no tienen patrulleros ni equipos de radio de mano”, expresó.
El denunciante viajó ayer a la capital provincial para requerirle al gobernador Jorge Busti más recursos para la Policía. Como el mandatario estuvo ausente debido al fallecimiento de un familiar, dialogó con el comisario general José Luis Schmunk, Director de Operaciones de la Policía. “Llamó a Concordia y lo ‘levantó en peso’ por lo que estaba pasando y que inmediatamente arbitre las medidas necesarias para que la 7º tenga todos los elementos para los patrullajes”, sostuvo.
Pero Solís expresó que Pereyra salió a difamarlo y a tratarlo de “loco”. “Este señor va a tener que retractarse de lo que dice”. Además, expresó que el jefe policial le levantó la custodia, lo que configuraría “incumplimiento de los deberes de funcionario público” porque no tiene la autorización del juez para ello.
Solís, recientemente, viajó a Federación donde le solicitó a Busti otra vivienda porque quiere mudarse. “Quiero tener tranquilidad y vivir con mis hijos y mis nietos”. Tiene seis hijos, de los cuales cuatro viven en su hogar. Los dos mayores no pueden venir a visitarlo porque están amenazados por Carreras, quien “se pasea con una 9 (mm.) en la cintura”. Solís recordó que Carreras estuvo preso por diversos delitos.
Los problemas en el barrio no se centran exclusivamente en los Solís. El chofer sostuvo que tres familias debieron abandonar la barriada por conflictos similares: González, Barrios, Báez.