LOS ENARDECIDOS Y LA PRORROGA
Lo primero que debemos decir es que quizá el gobierno debió extender por un mes más el lanzamiento de este nuevo régimen. Esto, si es que las cuentas públicas pueden soportar otro mes sin cobrar lo que corresponde. La explicación para esta afirmación no es complicada.
Sabemos que en plena pandemia, cuando más que nunca se necesita de la unidad social para enfrentar un virus que tiene en vilo al mundo, existe un grupúsculo minoritario de la sociedad que no hace otra cosa que pensar en el enorme apoyo que tiene Alberto Fernández, que es un peronista al que hay que esmerilar, desgastar y evitar a toda costa que la gente lo siga viendo como lo ve. Esto es, un 80 % de imagen positiva.
Ese es el grupo de enardecidos que todo lo ve mal. Son los cultores de dichos tales como “La cuarentena más larga del mundo”; estamos frente a una “Infectadura”; este es “el gobierno de los infectólogos”; “se enamoró de la cuarentena”, y cosas por el estilo.
Ese grupo de enardecidos, que cuando fueron gobierno no se cansaron de gobernar mal y en contra de la inmensa mayoría de la sociedad, son los mismos que ahora pretenden enseñarle a este gobierno como se deben hacer las cosas.
Decía, ese grupo de enardecidos siempre busca y encuentra dónde está el descontento y allí arremete. En Concordia tenemos el caso de los médicos que salieron a manifestarse en el mismo momento en que se manifestaban en todo el país, los ANTICUARENTENA. Démosle la chance que no tenía nada que ver una cosa con la otra. Sin embargo, la noticia nacional fue que se hizo la marcha anticuarentena en todas las plazas más importantes del país.
Ahora, será el turno de los monotributistas y comerciantes a los que les está llegando la boleta de Ingresos Brutos.
Las personas que se indignan tienen todo el derecho a hacerlo. Nadie puede meterse en el zapato del otro; sin embargo, una cosa es indignarse por lo que le está ocurriendo y otra bien distinta comenzar una campaña en las redes diciendo que este es el peor gobierno de la historia.