Por muerte intrauterina se entiende a aquellos decesos de la persona por nacer que se producen más allá de las 20 semanas completas de gestación. Las causas, en este caso, pueden ser variadas: problemas de placenta, defectos de nacimiento, restricción de crecimiento, infecciones y otras causas poco frecuentes, como accidentes del cordón umbilical, el trauma, diabetes de la madre o alta presión sanguínea.
Para cuando ocurran estos casos el protocolo propone que los padres en situación de duelo sean asistidos por profesionales de diferentes disciplinas en el duelo intrafamiliar, garantizando sus derechos a una adecuada asistencia legal y psicológica.
El protocolo propuesto como anexo al proyecto de ley estipula cómo proceder en la atención de las urgencias y en la atención de la madre, privilegiando una atención humanizada de la situación traumática. "El duelo se debe elaborar, y hay que tener en cuenta que cada paso puede tener marchas y retrocesos, que, si bien las etapas que se dan son las mismas que en cualquier otro proceso de duelo, la cronología, duración e intensidad varía según cada mamá", se expresa en el proyecto.
Para comprender la magnitud que tiene este tipo de fenómenos, en los fundamentos se revela que en la actualidad 7.300 bebés nacen muertos diariamente en el mundo y que "este número escalofriante refleja una realidad que deja a miles de familias desbastadas y desamparadas". En este último sentido se señala que el conocimiento del número real de casos y sus causas, así como su posible solución, es la clave para el diseño de políticas sanitarias y programas efectivos".
