«No es que las muertes sean pocas ni, mucho menos, que minimicemos la gravedad de esta pandemia. Pero, hasta ahora, la estadística arroja que la gripe A no aparenta ser más letal que la común», coinciden Gabriel Levy Hara y Daniel Pryluka, infectólogos de los hospitales Durand y Vélez Sarsfield, y miembros de la Sociedad Argentina de Infectología.
Para los especialistas, la estimación del ministro Manzur de más de 110.000 infectados en el país resulta lógica. «La mayoría de la gente con gripe no consulta al médico o su consulta no queda registrada y, a la vez, solamente una minoría fue hisopada y confirmada como portadora de la nueva gripe», dice Levy Hara.
Agrega que «tomando cifras no menores a 100.000 casos, la letalidad informada hasta ahora sigue hablando de una cifra verdaderamente baja».
«Datos del Ministerio de Salud revelan que en 2007 hubo 18.943 fallecidos reportados por insuficiencia respiratoria aguda (IRA), el 97% por neumonía. Si bien el número de fallecidos por influenza es despreciable (0,1%), gran parte de las neumonías son fruto de complicaciones de influenza», dice Pryluka.
Lo que sí preocupa a los infectólogos, y mucho, según informa el diario Clarín, es el perfil de los pacientes que se agravan o mueren a causa del nuevo virus. «En el caso de la gripe estacional, la mortalidad es mucho más frecuente en personas mayores de 65 y/o con enfermedades de base. Pero la nueva gripe está afectando a gente más joven y, «según las fichas epidemiológicas completas que no son todas, en alrededor de una tercera parte de los casos, a pacientes sin enfermedades subyacentes».
No está claro el porqué de este impacto relativamente alto en gente joven, de entre 20 y 40 años, y sana hasta ese momento. Algunas explicaciones podrían tener que ver con la falta de inmunidad previa frente a estos virus, una mayor tasa de ataque y una consulta más tardía, pero la causa definitiva se desconoce todavía.