Con cinco aviones hidrantes, dos helicópteros y más de dos centenares de bomberos voluntarios que trabajan por tierra, continúa desde las primeras horas de esta mañana el operativo de combate de incendios en la zona norte del valle de Punilla, de Córdoba, que hasta el momento arrasó con siete viviendas y obligó a evacuar a más de un centenar de personas. El Gobierno cordobés actualizó esta mañana la situación general de los distintos focos activos y detalló que el fuego se mantiene entre Capilla del Monte y Cruz del Eje, en el norte del valle de Punilla.
Asimismo se informó que durante toda la noche trabajaron 90 bomberos, con autobombas y camiones cisternas en los alrededores de las localidades rurales de Charbonier, El Carrizal, Escobas y La Manga para proteger viviendas cercanas al desplazamiento del fuego.
La mayor frecuencia de los incendios en Córdoba se encuentra vinculada a situaciones de impacto ambiental como la mala planificación urbanística y la proliferación de basurales a cielo abierto. Las consecuencias, son también ambientales y generan múltiples perjuicios al entorno y a la biodiversidad que perduran por varios años.
La región de las Sierras Chicas de Córdoba es la zona de mayor prevalencia de incendios de la provincia. Un estudio de la Universidad Nacional de Córdoba reveló que entre el año 1999 y 2013 se quemaron 294.174 hectáreas, más del 36% de la superficie total de este sector geográfico.
Dicho informe, que analizó datos satelitales surgidos en el período, también indagó en los factores que determinan la mayor prevalencia de siniestros, los naturales climáticos y topográficos; y especialmente, señaló dos situaciones de alto impacto ambiental relacionadas con la actividad humana, vinculadas al origen de los incendios, que determinarían la diferencia con el resto de las regiones de la provincia donde estos eventos tienen menor frecuencia.
Por un lado, los investigadores mencionan las «densidades poblacionales intermedias» o urbanización de baja densidad, un fenómeno muy extendido en todo el corredor de las Sierras Chicas; región cuya tasa de incremento poblacional es la más alta de la provincia y donde la planificación urbana sigue siendo una deuda pendiente en cada localidad involucrada. Esta forma de urbanización genera una mayor “interfase urbano rural”, entendida como zonas de contacto entre las ciudades y los paisajes serranos y de mayor riesgo de inicio de incendios.
Otro de los denominados «factores antrópicos» asociados a la mayor frecuencia de incendios es la proliferación de basurales a cielo abierto, una práctica que atraviesa a toda la región.
Denuncian a los agronegocios y proyectos inmobiliarios como responsables
Grupos ambientalistas y movimientos sociales señalan que, por un lado, el fuego se utiliza para favorecer la producción agropecuaria, en las zonas rurales se queman los pastizales, parte de una práctica que lleva mucho tiempo aplicándose sin control. Se queman para favorecer el rebrote y mejorar las pasturas para el ganado, pero en muchas ocasiones el fuego se sale de control y avanza hacia otras zonas. No solo en la llanura y grandes campos se realiza este tipo de quema, también en los pastizales de altura, en las pampas de las sierras, productores ganaderos acostumbran a repetir estas prácticas de manera desmedida, generando incendios en los ecosistemas más frágiles de la provincia y de enorme importancia ecológica, ya que es donde se capta el agua de las cuencas.
También están los incendios generados por el negocio inmobiliario. Son infinitas las denuncias contra este tipo de emprendimientos. Las sierras de Córdoba se encuentra plagada de barrios, loteos y terrenos urbanizados, en lugares donde: o no tenían el permiso para realizar dichas construcciones, y por lo tanto son ilegales; o sí obtuvieron el permiso por parte del gobierno o municipio correspondiente, pero dicho permiso no respeta normativas anteriores, que no permitían construir en dichos terrenos; o, a pesar de “ser legales”, hay desarrollos urbanísticos que encuentran gran oposición entre la población (el caso de la autovía de montaña por parte del gobierno de Córdoba, fue uno de los que más rechazo generó, pero también hay muchos otros emprendimientos privados, como los countrys en la zona de La Calera).
Para despejar los terrenos para la construcción, donde la topadora no puede llegar, el método más barato es la quema del monte, detrás del fuego vienen los edificios, las autovías, los barrios privados.
Los incendios forestales son una situación que se repite todos los años, y que se agrava por el cambio climático. Los bosques se encuentran cada vez más amenazados por las quemas provocadas por fenómenos naturales y la actividad humana, ya sea por negligencia o de manera intencional, para desarrollo agropecuario e inmobiliario.
Si bien el 95% de los incendios forestales son producidos por la mano del hombre, siendo dentro de estos los principales escenarios fogatas y colillas de cigarrillos mal apagadas, el abandono de tierras, la preparación de áreas de pastoreo con fuego, también los factores climáticos como la falta de precipitaciones, las temperaturas elevadas, la caída de rayos, el bajo porcentaje de humedad, las heladas constantes y los vientos fuertes pueden causarlos.
En la Argentina, los incendios forestales se producen en las diferentes regiones y provincias de acuerdo a la época del año. Entre los meses de diciembre a marzo las provincias del sur tienen un elevado riesgo de incendios forestales. Desde el mes de octubre hasta marzo, las provincias de Entre Ríos, Corrientes, Misiones, Chaco y Buenos Aires son las que cuentan con mayor riesgo de este tipo de incendios. Para las provincias de Córdoba, Catamarca, La Rioja, Mendoza, San Luis, Santa Fe, Santiago del Estero, Tucumán y todo el norte del país, el riesgo comienza con las primeras heladas de mayo y se extiende hasta el mes de noviembre.