La Conferencia Episcopal Argentina presentó una serie de orientaciones para actuar en caso de denuncias de abusos sexuales en los que acusados sean clérigos y las presuntas víctimas sean menores de edad.
“Debemos tener la valentía, como lo hizo el Papa Francisco, de pedir perdón". El Santo Padre expresó el 11 de abril de 2014: “Me siento interpelado a hacerme cargo de todo el mal que hicieron algunos sacerdotes. Hacerme cargo y a pedir perdón del daño que han hecho por los abusos sexuales de los niños. La Iglesia es consciente de este daño, que es un daño personal, moral. Y no vamos a dar un paso atrás en lo que se refiere al tratamiento de estos problemas y a las sanciones que se deben poner, al contrario, creo que debemos ser fuertes, con los chicos no se juega”, recordó Malfa las palabras del Sumo Pontífice.
"No hay que subestimar ninguna denuncia. Ninguna. De haber actuado así, nos hubiéramos ahorrado muchos problemas", dijo durante la presentación ante juristas y especialistas en Código de Derecho Canónico.
Malfa estimó que la aplicación de la guía de actuación servirá para proteger a los menores de edad y "ayudar a las víctimas a encontrar apoyo y reconciliación".
Los obispos aseguraron en el documento que el abuso sexual de menores de edad es "un pecado grave que clama al cielo" y advirtieron que ese delito, tanto en el ordenamiento jurídico canónico como en el del Estado, reviste "particular gravedad" cuando es perpetrado por un clérigo.
Asimismo, ratificaron la obligación de acompañar a las víctimas y familiares, de colaborar con las autoridades civiles para el esclarecimiento de los hechos, de separar inmediatamente de sus cargos al acusado y de pedir a la Santa Sede su dimisión del estado clerical en caso de ser condenado.
El Episcopado dijo compartir la preocupación del Papa por este delito "aberrante" dentro de la Iglesia y adhirió "sin reservas a los criterios de transparencia y de responsabilidad expresados en numerosas oportunidades por la Santa Sede".
El documento episcopal tiene un preámbulo, un capítulo dedicado a aspectos jurídicos tanto canónicos como a su relación con el Poder Judicial secular y otro capítulo con orientaciones pastorales.
El protocolo incluye las normas de tolerancia cero con clérigos pederastas impuestas por Benedicto XVI y ratificadas y ampliadas por Francisco, y echa por tierra la actuación anterior de los obispos, que solían ocultar y proteger a los representantes eclesiásticos acusados de abusos sexuales a menores de edad.
Aquí compartimos el link de la guía de actuación: http://www.aica.org/subidas/1495.pdf