Así las cosas el flagelo podría afectar a unas 18 millones de personas sobre fin de año. El miércoles se conoció la actualización de la Canasta Básica Total que mide el umbral de la pobreza para una familia tipo compuesta por un varón de 35 años, una mujer de 31, una hija de 8 años y un hijo de 6 años, que estableció que para no quedar debajo de esa línea es necesario que el hogar reúna, al menos, $ 35.647. Se trata de una suba del 2,5% con relación al mes de septiembre y acumula en lo que va del año un crecimiento del 39,8%. Ambos valores se ubican levemente por debajo de la suba de precios generales que fue del 3,3% mensual y del 42,2% acumulado en el año.
Se trata de una suba del 47,1% medida en forma interanual
El menor impacto de la suba de precios sobre la canasta básica con relación al resto de los bienes y servicios surge de la quita del IVA para los productos que componen esa canasta y que expira el próximo 31 de diciembre de 2019 así como del programa de Precios Esenciales que venció el pasado 31 de octubre y cuyos bienes fueron transferidos al programa de Precios Cuidados con un previo incremento del 13% que se reflejará en particular en el dato del mes en curso que se conocerá a mediados de diciembre.
Es que, en rigor, la CBT es una proyección estadística (inversa del coeficiente de Engel) de la Canasta Básica Alimentaria que incluye los alimentos (calorías) que necesita una persona para cubrir sus necesidades fisiológicas y, de ese modo, no ser considerada indigente. Esa línea, para una familia de las mismas características, quedó establecida en los $ 14.202 con una suba del 2,1% mensual, 39,3% acumulado en 2019 y 45,9% interanual.
Según el último informe de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH-INDEC) que mide la distribución del ingreso de la población, el ingreso promedio per capita en junio de este año (segundo trimestre 2019) se ubicó en $ 13.400 aunque, la mitad de la población, obtenía menos de $ 10.000.