Cocco Construcciones comenzó a trabajar en la obra en febrero pasado. El gerente de la empresa aseguró que las sustracciones comenzaron a los cuatro meses del inicio de los trabajos. “Se empezaron a dar sucesivos robos después que se retiraba el personal nuestro, a la 18 hs.”. Cocco descartó que haya personal de la empresa involucrada en los robos: “no, para nada”. Cerca de una veintena de empleados trabaja en la ampliación.
Las primeras sustracciones fueron herramientas de mano como amoladoras, etc. “Después empezaron con cosas un poco más grandes: bobinas de cables subterráneos, chapas, cementos y ladrillos”, detalló el arquitecto.
Cocco indicó que lo más llamativo es el volumen de los materiales sustraídos. Aseguró que los elementos no podían ser llevados a mano, y deduce que fueron cargados en una camioneta o un camión. El único acceso a la cárcel es el portón de entrada donde se ubica la guardia, por calle Alem.
Los responsables de la empresa informaban de cada faltante al director de la cárcel y a la Dirección de Arquitectura, a cargo del contralor de la obra. “Recién ahora hemos tenido novedades de allanamientos donde se han encontrado materiales nuestros”, expresó.
El costo monetario de los robos no fue dado a conocer, pero fue cuantificado por los responsables de la empresa y comunicado a las autoridades del penal. “Lo más importante fueron las bobinas de cables subterráneos, que tienen un costo importante”, agregó. Cocco pidió buena voluntad a las autoridades del Servicio Penitenciario para encontrar los elementos sustraídos
En ese sentido, aseguró que el contrato firmado no prevé compensaciones, “independientemente de lo que pase”. “Nosotros tenemos que cumplir con la obra por un monto X y eso no se modifica. Hemos repuesto todos los materiales para cumplir con los plazos de obra y que se nos alteren los plazos de trabajo de nuestro personal”, añadió.
Sumarios internos
“Tengo una denuncia de la empresa que faltan cosas de ahí también, como así también a nosotros nos falta un compresor de la sección sanidad que alimentaba el torno de la odontología”, admitió Faure. El compresor fue hallado en una casa de compraventas de la ciudad. “En base a eso, yo hice la denuncia, ordené un sumario al personal de acá a fin de esclarecer los hechos”, expresó.
“Al encontrar personal involucrado, pasará a disponibilidad y con el sumario se irá a esclarecer el hecho. Se está investigando que día salió y de que manera pudo haber salido y el personal que estaba a cargo de la custodia”. Un abogado dependiente del Servicio Penitenciario es quien instruye el sumario.
Lo paradójico es el robo dentro de una cárcel. Mientras que Faure señaló: “vamos a seguir hasta las últimas consecuencias, cualquier ilícito que hemos encontrado lo hemos denunciado a la Justicia porque queremos esclarecer todo lo más pronto posible”; Cocco indicó: “es un contrasentido poner un sereno dentro de la cárcel, que tiene custodia permanente”.
Siete celdas para 50 reclusos
La obra contempla la construcción de siete celdas en el sector ubicado sobre calle Concejal Veiga. La Unidad Penal Nº3 actualmente tiene una superpoblación que ronda el 50 % de su capacidad. Tiene 150 internos alojados en sus pabellones pero la capacidad máxima del edificio da cabida a 100.
El plazo estipulado son 300 días. Además, incluye una ampliación de contrato para ampliar el acceso al costado de la guardia, donde se va a trasladar el sector administrativo y se van a construir sanitarios.
“Estamos en la etapa de pintura, colocación de vidrios. No hemos alterado el normal desenvolvimiento de la obra. La idea nuestra es terminarla en 45 días”, agregó.
