Para desalojar el espacio público en el que estaban hace dos días casi cien personas, la Policía empleó camiones hidrantes y desplegó decenas de uniformados con escudos y bastones.
Según la fuerza de seguridad local, el procedimiento fue "urgente y necesario" luego de que los acampantes rechazan a última hora de ayer la oferta de ser trasladados a un centro temporario.