La rápida intervención del personal penitenciario evitó que el suceso pasara a mayores, pero ambos internos sufrieron quemaduras de distinto grado, que demandó su traslado al hospital de zona Justo José de Urquiza, donde permanecían internados fuera de peligro.
Se presume que el incendio pudo originarse por el contacto de un cigarrillo con uno de los colchones, situación que era investigada por la Policía y el Juzgado de Instrucción en turno. Personal del cuerpo de Bomberos concurrió al lugar para constatar los daños, sin que fuera necesaria su intervención.
Maximiliano Ayala ya fue protagonista de otro serio incidente. Este interno fue detenido el jueves a la madrugada al ser sorprendido por guardiacárceles en un intento de evasión. El reo había cortado dos barrotes de la ventana de un baño y se disponía a ganar la calle por los techos, siendo avistado por uno de los guardias que estaba en una garita, razón por la cual pasó al pabellón de aislamiento.