En ese momento entró en acción la perra Lola, que busca sustancias prohibidas, que marcó la parte posterior del rodado logrando observar debajo de la unidad una caja con doble fondo.
Allí, los efectivos policiales encontraron varios "ladrillos" envueltos con cinta de color marrón. Se dio intervención, entonces, a Personal de Toxicología.
Se contabilizaron dos 264 "panes y aún restaba la tarea de pesarlos para estimar su valor aproximado.
Asimismo, se sospechó la posible complicidad de otro auto, un Chevolet Agile, quien luego fue interceptado en otro puesto caminero. Allí, la perra Numa también marcó la presencia de sustancias prohibidas.