El Prodear, gestionado desde la Dirección de Desarrollo Rural y Agricultura Familiar, pretende apoyar a los grupos de pequeños productores desde una perspectiva integral, en la que el fortalecimiento organizacional es condición indispensable para la sostenibilidad e incluso el éxito de las iniciativas financiadas.
Es así que de los 13 proyectos apoyados con financiamiento hasta el momento, nueve involucran a cooperativas. Y en el marco del trabajo con el programa, se consolidaron o formaron seis cooperativas de diversas cadenas de valor. Entre ellas se cuentan la Cooperativa Apícola de Colonia Ayuí, la Cooperativa Porcina de La Paz, las cooperativas de pescadores de Pueblo Brugo y Hernandarias, la Cooperativa Frutihortícola de Colonia Tunas y la Cooperativa Apícola de San José de Feliciano.
Los procesos de formación y consolidación incluyeron la asistencia en los aspectos jurídicos y de gestión de la entidad, y capacitaciones en cooperativismo y temas socio-organizativos. En algunos casos se reflotaron cooperativas formadas con anterioridad pero que estaban inactivas, debido a conflictos previos o bien a las dificultades que encontraban las productoras y productores para sostener su funcionamiento.
Estos procesos fueron posibles a partir de la colaboración entre Prodear y el Ipcymer, que coinciden en la importancia de promover organizaciones fuertes y con objetivos claros, especialmente en el sector de la agricultura familiar y la economía social, como eslabones clave de procesos de desarrollo inclusivos.
Ventajas del cooperativismo
Desde Ipcymer se hace hincapié en las ventajas del asociativismo y particularmente en la importancia del uso de la herramienta cooperativa. En los diversos espacios de capacitación generados, se remarca que estas organizaciones se caracterizan por ser empresas de la economía social, centros de servicios y protección de valor, y que es fundamental recuperar el trabajo asociativo y la mentalidad cooperativa.
Entre las ventajas del cooperativismo se destacan: salir del individualismo y el aislamiento que muchas veces caracterizan al pequeño productor; potenciar los recursos técnicos, económicos y humanos a través de la sinergia del grupo; acceder a infraestructura, máquinas y equipos que estaría fuera del alcance de un productor solo; optimizar las condiciones de negociación frente a intermediarios y acopiadores; incrementar las economías de escala; mejorar el acceso a las fuentes de financiación y las posibilidades de bonificación en las compras.
Lo que distingue a la cooperativa como forma de organización es el tipo de propiedad conjunta y su forma de control democrática. Estas dos características son la que la hace el tipo de asociación más cercano a los valores y objetivos de la economía social, que incluyen la equidad, la ayuda mutua y el compromiso con la comunidad, entre otros.
Relato de una experiencia
Graciela Bustos, presidenta de la Cooperativa Agropecuaria Hortícola y Apícola “Huerta Sana” de la localidad de Victoria, brindó más detalles sobre la experiencia de esa organización, que actualmente se encuentra desarrollando su proyecto de parque hortícola con el apoyo del Prodear, la Subsecretaría de Agricultura Familiar y el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación.
Si bien la cooperativa se gestó hace casi cinco años, atravesó dificultades y conflictos que el grupo pudo superar al sostener “el espíritu democrático” y “el camino del bienestar común”.
“Se empezó a gestar la idea de juntarse para poder hacer frente a la actividad que requería de importantes insumos cuyos costos son imposibles de afrontar para los pequeños productores. El Ipcymer realizó una capacitación en gestión cooperativa y brindó las herramientas necesarias para poder comenzar a armarla y allí supimos que los desafíos iban a ser cada vez mayores. Hemos pasado por períodos de profundas crisis, momentos en que creímos que todo se podía terminar, pero la paciencia caracteriza al agricultor más que cualquier otro oficio o profesión y nos propusimos metas siempre vinculadas a la honestidad”, expresó la presidenta.
“Como el espíritu democrático de las reuniones y de las asambleas nunca se perdió, los socios siempre eligieron el camino del bienestar común. Hablar de cooperativismo en tiempos de crisis de valores es si se quiere una utopía. Y en tiempos en los que se creyó que las utopías no existen, nosotros apostamos a ellas, luchamos por ellas y vamos haciendo que los sueños se hagan realidad”, manifestó la productora.
Proyectos para 2014
La continuidad del trabajo de Prodear en 2014 incluye entre otras cosas la promoción de fondos rotativos administrados por organizaciones para el desarrollo de nuevos proyectos. Dado que se trata de una línea dirigida exclusivamente a grupos formales, se espera que las entidades cooperativas cumplan un rol fundamental.
Es el caso de la Federación de Cooperativas Apícolas de Entre Ríos (Fecaer), organización de segundo grado integrada por 11 cooperativas de apicultores. Fecaer se encuentra tramitando su matrícula y ha manifestado su interés en la herramienta del fondo rotativo. El instrumento, denominado Fondo de Capitalización de Organizaciones (FOCO), se presentó en una reunión reciente realizada en Rosario del Tala, en la que participaron representantes de nueve cooperativas, junto a equipos de Prodear, de la Dirección de Actividades Pecuarias Alternativas, la Subsecretaría de Agricultura Familiar y el municipio local.
Allí se acordó continuar el trabajo conjunto para darle forma a un proyecto, y desde Prodear se garantizó la asistencia y capacitación para operar con este tipo de fondos. Desde Fecaer se manifestó que se trata de una herramienta sumamente necesaria para tomar decisiones estratégicas y brindar crédito a las cooperativas. La entidad prevé además seguir sumando más cooperativas apícolas, que están integradas en su mayoría por pequeñas productoras y productores.
