ILARRAZ Y PEDOFILIA : Más testigos incriminan al cura

El cura acusado por Promoción a la corrupción de menores en el Seminario Menor de Paraná, entre 1985 y 1993, está cada vez más complicado por sus acciones aberrantes.

Un testigo que era esperado con mucha expectativa, fue lo que podría aportar a la causa, el cura Gabriel Batello. El sacerdote, según contó el fiscal Juan Ramírez Montrull, confirmó que un adolescente de 16 años que se encontraba en el Seminario fue abusado en el Seminario.

"Él dijo que fue así y que el muchacho le había hablado de tocamientos y manoseos por parte de Ilarraz y que ese fue el motivo que lo llevó a dejar el Seminario. Le aconsejó hablar con los padres y que pida una audiencia con el obispo, porque ese era el proceder en esa época", resaltó el fiscal para indicar que dijo que primero "había que resolver la cuestión internamente en la Iglesia y después, en todo caso, denunciarlo a la Justicia".

Esta declaración fue muy llamativa, Battello ya había declarado en el juicio a Ilarraz en la etapa de instrucción, pero entonces nada reveló sobre este hecho ni tampoco el nomrbre de la víctima. De pronto y según los periodistas que siguen este juicio, recobró la memoria y recordó aquel hecho. Cuando declaró la primera vez, aseguró no saber nada de los abusos en el Seminario, que se reprochan a Ilarraz; este martes, en cambio, recordó que una víctima le había contado de los abusos.

Luego, la psicóloga Carmen Angélica Muñoz, relevada del secreto profesional, contó de qué modo contuvo a una víctima que le reveló los abusos de Ilarraz. Esa víctima ya declaró en el juicio. Pero Muñoz agregó un dato relevante: atendió a otra víctima de los abusos de Ilarraz, que aún no lo denunció en la Justicia. 

 

UNA PERICIA QUE LO FAVORECE

Hoy a la mañana se confirmó que la pericia caligráfica realizada a la nota que forma parte del expediente, fue efectivamente escrita por la víctima Maximiliano Hilarza, quien en su declaración, negó el contenido de la carta enviada al imputado.

Con respecto a esto, Ramírez Montrull explicó: "Eso sólo prueba que Ilarraz siguió ejerciendo su poder. El hecho de que la víctima no recuerde no haber escrito esas cartas es producto del trauma psicológico que atraviesa". De esa manera, la fiscalía restó importancia al incidente.

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