El Tribunal conformado por los camaristas Alicia Vivian, Carolina Castagno y Gustavo Pimentel, por unanimidad, lo condenó a perpetua al encontrarlo culpable por los delitos de promoción agravada de la corrupción de menores, y abuso deshonesto, por ser encargado de la educación de los menores que tenía cargo y que lo denunciaron.