IGLESIA Y DELITO : La iglesia ocultó el delito del cura violador, el entrerriano Ilarraz que, sí enfrentó un juicio Diocesano y no se le prohibió ejercer el sacerdocio

TODA EN DEFENSA DEL CURA ACUSADO DE VIOLACIÓN : OBISPO Y FIELES
Frente a lo que implica que la Iglesia, guía moral de millones de fieles, haya ocultado los delitos denunciados contra uno de sus sacerdotes, «Rossi expresó que la Justicia de Dios ya lo juzgó, y para él lo importante es que la gente tiene un buen recuerdo del Padre Justo, y que había que destacar las obras que realizó en la parroquia», contó Núñez Arévalo.

La crónica sigue diciendo que los fieles, “todos aplaudieron de pie las referencias positivas que el obispo hizo sobre el cura acusado. Lentamente fueron llegando más personas al templo, incluso algunos que suelen asistir a misa a la otra iglesia que tiene Monteros”.

Nada que envidiarle al concepto que reinó por años en la argentina en el ámbito de las Fuerzas Armadas, cuando reivindicaban una justicia paralela a la ordinaria, o sea, por encima de la constitución y las leyes que nos regían al resto de los mortales.

HASTA EL INTENDENTE
El intendente de Monteros, Alberto Olea, fue una de las personas que se acercó ayer domingo a las 19 para presenciar la misa que ofició Rossi.
La periodista de La Gaceta cuenta que “no fue una ceremonia sencilla. El Obispo de la Diócesis de Concepción, José María Rossi, se paró ante los feligreses de la parroquia Sagrado Corazón de Jesús, en Monteros, para presentar formalmente al presbítero Abel Peñaloza. Pero no pudo evitar referirse al sacerdote Justo Ilarraz, que está acusado de más de 50 abusos sexuales a adolescentes entre 1984 y 1992”.
La causa en su contra nunca fue trasladada a la justicia civil. Ilarraz había asumido la dirección del Seminario Menor luego de desempeñarse como secretario privado y chofer personal de Karlic. Así se había convertido en hombre de confianza del arzobispo de Paraná.

EL TURNO DE LA JUSTICIA
Según Análisis, el procurador general del Superior Tribunal de Justicia Jorge Amílcar García instruyó al fiscal de Cámara Rafael Cotorruelo para que investigue el caso en la justicia ordinaria.
Así, la Justicia pedirá al Arzobispado que le envíe -en forma urgente- la documentación reservada del proceso Diocesano interno, que en 1992 se llevó adelante contra el cura Justo José Ilarraz.

Se pedirá la nómina de estudiantes que cursaban entre 1984 y 1992 en el Seminario Menor. Luego citarán a sacerdotes, y ex seminaristas. Entre éstos aparece el nombre de Estanislao Esteban Karlic, actual cardenal de la Santa Sede y ex arzobispo de Paraná, y el actual prelado Juan Alberto Puíggari.

NO ES LA PRIMERA VEZ…
No es la primera vez que las autoridades eclesiásticas ocultan los delitos cometidos por sus ministros a la justicia. Tampoco es la primera vez que apañan a quienes la justicia ordinaria condena como autores de crímenes de la más variada naturaleza. Allí están los casos del cura torturador, el entrerriano y concordiense Cristian Von Wernich ; el otro cura pedófilo, Julio César Grassi o el caso del Obispo santafesino Edgardo Gabriel Storni, que vive cómodamente en La Falda, en las sierras de Córdoba.
Solo por citar los últimos y más conocidos casos que, además nos tocan de cerca

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