IFE: Más que una ayuda económica, una oportunidad de vida 

Hijo de Ismael trabajando

 

El hombre contó su historia en el programa ‘Tarea Fina’ de Radio Ciudadana, la Radio Pública de Concordia y se explayó sobre su trabajo actual, ese que logró forjar gracias a los 10 mil pesos que otorga el gobierno nacional para darle una mano a quienes no tienen de donde agarrarse. Una ayudita que garantiza – como mínimo – que tengas comida para llevar a casa.

«Me enteré que sali beneficiado con el IFE en el mes de mayo y le dije a mi esposa que iba a comprar dos maquinas bloqueras manuales para empezar a trabajar», contó Ismael, y bromeó: «Arranqué de corajudo nomás. Tenía una idea de cómo se hacían los bloques porque aprendí mirando a mi cuñado que trabajaba de eso hace 15 años atrás»

Actualmente, el hombre sostiene que «le va muy bien y no para de trabajar» y dejó en evidencia esto de que cuando hay unos pesitos en el bolsillo, se reactiva toda la economia social. «Supe de mucha gente que también cobró el IFE y que gracias a eso puedo hacerse una piesita o un cuartito mas, lo que también me ayuda a mi porque yo les hago el bloque de cemento», remarcó.

«Trabajo con mi hijo, arrancamos a las 6 de la mañana y hasta las 13.30, más o menos, pero más no puedo hacer porque en mi casa tengo un piso chiquito y me da para hacer dos o tres bolsas de cemento nomás. Son entre 600 y 700 bloques por semana», detallo. «Vamos bien, el boca a boca llegó incluso hasta Puerto Yeruá porque desde allá me piden bastante y a veces se me complica cumplir en fecha con todo los encargues, pero en general llego’

En el mismo sentido, Ismael contó que sus bloques llegaron a oidos del intendente de Calabacilla, quien ya le encargó trabajos para la comuna local. «Ahora estoy con el tema de hacerme monotributista para poder ser proveedor de la municipalidad», celebró el hombre. «La verdad es que antes de esto no me imaginaba cómo iba a salir adelante sin las changas, sin poder trabajar ni llevar un plato de comida a mi casa. No le encontraba la vuelta», recordó. «Ahora voy creciendo de a poco, por suerte con mucho laburo y cada día me perfecciono más», concluyó. 

Esta es la historia de Ismael, un vecino que como a tantos otros la pandemia le había quitado toda posibilidad de avanzar y un claro ejemplo de como una ayuda económica – que para muchos ‘no alcanza para nada’ –  para otros significa un posibilidad de subsistencia, una herramienta para volver a empezar o una oportunidad de vida. 

 

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