Asimismo, el ciclón más fuerte que ha golpeado a las Bahamas ha dejado como resultado a cinco personas fallecidas, cifra que afirman que puede aumentar, al tiempo que ha generado una gran devastación, cuyos costos aún son incalculables para las máximas autoridades.
"Aunque se pronostica un debilitamiento gradual, se espera que siga siendo un poderoso huracán durante el próximo par de días", confirmó el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU. (NHC, por su sigla en inglés).
Históricamente, las Bahamas es uno de los países más afectados por huracanes, por lo que se requiere que las casas sean reforzadas para resistir los vientos de una tormenta de categoría cuatro.
Durante la mañana del lunes, muchas de las islas afectadas aún vivían los efectos del ciclón y el NHC llamó a la población a estar alerta, dado que después del paso del ojo de Dorian se esperaban condiciones peores a las que se habían sentido el domingo.
Pese a que diversos cortes de energía y un acceso limitado a internet dificultan la comunicación con lo que está ocurriendo en el lugar, las imágenes subidas a redes sociales por residentes y medios locales evidencian el destrozo que ha dejado Dorian a su paso como casas inundadas, techos volados, destrozo en las calles, entre otros.
Por su parte, la Cruz Roja teme que 13.000 casas hayan resultado dañadas o destruidas ante el paso del ciclón.
Este domingo, el primer ministro de Bahamas, Hubert Minnis, confirmó que el país enfrenta un huracán de violencia sin precedentes, así como también "rogó y suplicó" a los habitantes de las islas Ábaco y Gran Bahama que se trasladen a áreas seguras.
"Las casas y las estructuras se pueden reemplazar, las vidas no", indicó el gobernante.
Se prevé que la tormenta seguirá causando estragos en el archipiélago de Bahamas durante el martes, antes de acercarse a la costa este de Florida (EE.UU.), por lo que las autoridades del estado ya han empezado los mecanismos de prevención y evacuación pertinentes.