De cara a 2011 “primero tenemos que consensuar objetivos y dentro de ello establecernos como un partido en la calle, mucho más movilizado y no en una posición de que con el triunfo del 28 de junio ya está todo hecho para alcanzar el gobierno en dos años”, opinó el ex precandidato a diputado nacional.
En este sentido, dijo que “hay que debatir no sólo los pasos a seguir sino también un proyecto serio para que los entrerrianos entiendan que venimos en un camino nuevo, que no ponga -como ha ocurrido- los candidatos antes de los proyectos”.
“Entendemos que el congreso tiene que ser el punto clave de algunas discusiones que el radicalismo se debe y no se han realizado en los últimos tiempos”, insistió. “Es uno de los análisis que tenemos que hacer: seguimos participando del Acuerdo Cívico y Social y como, más allá de que estemos convencidos que este es el camino, que el reclamo de la sociedad es que la oposición se unifique”, definió.
“Si bien el gran esfuerzo del 28 de junio fue del radicalismo, a esto hay que sumarle el voto de confianza de muchos no radicales que acompañaron la propuesta que encabezábamos nosotros”, señaló en una nota publicada en El Diario.
Para Kirpach, el congreso “tiene que debatirlo y fijar posiciones hacia dónde vamos. Podemos sentarnos a ver como sigue o podemos poner un partido en marcha en serio en la discusión, primero de un proyecto y, segundo, de recuperar la militancia, el trabajo cotidiano, el partido en la calle”.
Según anticipó Kirpach, el congreso de hoy no va a operar orgánicamente sobre la participación de la conducción del partido y de los intendentes de la UCR en el diálogo abierto por el gobierno de Sergio Urribarri tras las elecciones. Simplemente, “como órgano con el cual mejor se baja a las bases” se dará “un momento de debate profundo” porque “no podemos seguir adelante sin escuchar la voz de todo el interior de la provincia”.
Para Kirpach, el ámbito ideal para eso es el órgano que reúne a 276 congresales, a los que se suman legisladores y dirigentes distritales que componen una amplia representación territorial del partido.
“En esto tenemos que ser claros. Se ha tomado la decisión de concurrir al diálogo y en lo personal me parece que es lo que corresponde, podemos ser optimistas o pesimistas, tratar de que las cosas vayan bien o no. Creo que la concurrencia al diálogo es positiva y por lo menos demuestra a los entrerrianos que el radicalismo, como partido principal de la oposición, concurre cuando el gobierno lo llama. Siempre planteando como punto principal que se mejore en salud, educación, seguridad, que salgamos del pozo en el que estamos, con pobreza en una de las provincias más ricas del país”, comentó Kirpach.
No está en el temario de este congreso la definición sobre los dirigentes que en los últimos años han sido sancionados –caso del ex diputado Rubén Villaverde, por votar a favor de la reforma constitucional- o sobre la conveniencia o no de abrir las puertas a los que se fueron a partir de la crisis en la que cayó el partido a consecuencia de los conflictos abiertos durante el gobierno de Sergio Montiel.
No obstante, Kirpach cree que el partido inició un camino “donde nos vayamos amigando entre todos. No creo que sea prudente abordar este tema en este congreso, entiendo que se va a dejar para más adelante, pero va a llegar un momento en el que el congreso va a tener que tomar una posición, más cuando vemos los pasos que va dando el partido en el orden nacional”.