Hoy se cumple 15 años de la desaparición de Gómez y Basualdo

La mañana del jueves 16, Gómez y Basualdo pasaron por la sede del Instituto de Obra Social de la provincia de Entre Ríos (IOSPER) a retirar dos kilos de leche para la nena del primero, que había nacido hacía 10 días. Luego, como a eso de las 11, pasaron por un lavadero ubicado en la esquina de Salta y Victoria a pedir trabajo. Fue la última vez que se los vio con vida. La reconstrucción del caso indica que fueron levantados por un vehículo a unas cuadras de allí.
Gómez tenía 22 años, era hijo de un ex funcionario policial y no registraba antecedentes. Basualdo, de 19, había sido arrestado por personal policial de la Comisaría 5º, del barrio La Floresta, en varias ocasiones entre 1993 y 1994 por los delitos de robo simple, daño, resistencia a la autoridad y amenazas reiteradas.
En la desaparición de ambos se involucró desde un primer momento a personal de la división Investigaciones de la Policía de la Provincia, ya que uno de sus integrantes (que estuvo ese 16 de junio a bordo de un vehículo camuflado de la dependencia, un Ford Falcon) había sido acusado por Gómez de apremios ilegales en la 5º, tras lo cual había sido trasladado.
Ambos jóvenes habrían sido trasladados a una quinta ubicada a 18 km de Paraná. Hacia allí está registrada una salida del Ford Falcon policial.
La causa, caratulada como averiguación de paradero, recayó en el Juzgado de Instrucción Nº 6, que por ese momento estaba a cargo de Héctor Toloy. El expediente se cerró hace tres años y fue enviado al archivo por falta de pruebas.
Gómez y Basualdo fueron designados presidentes honorarios del encuentro de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre realizado durante mayo de 2001 en Paraná. En La Floresta, hay un mural que los recuerda.

• El caso testigo

Iparraguirre tuvo una participación directa en el caso como integrante de la Liga Argentina por los Derechos del Hombre. Representó a los familiares que pudieron intervenir en la causa no como querellantes, sino como actores civiles a los que se les dio participación en el expediente penal.
“La desaparición forzada de Gómez y Basualdo fue un caso paradigmático en Entre Ríos, muy similar al de Walter Bulaccio en Buenos Aires. Fue la demostración de que existía en Entre Ríos una política de torturas, apremios ilegales y desaparición de personas por parte de sectores de la Policía”, describió el letrado.
Iparraguirre estimó que la actitud violatoria de los derechos humanos por parte de la fuerza policial continúa hoy pero “no en la dimensión de aquella época. A mediados de los ’90 fue una situación muy difícil: había sectores de la Policía y del Servicio Penitenciario con una enorme violencia social. Hoy, si bien siguen los apremios ilegales, nos parece que no se llega a la situación tremenda de aquella época”.
Luego, lamentó que por “inacción de la Justicia y la actuación corporativa no se alcanzó a investigar lo suficiente. Quince años después, no sabemos qué pasó con estos chicos y sus madres están resignadas a no saber qué sucedió”.
El abogado fue pesimista al ser consultado sobre si en algún momento la verdad aflorará. Aseguró que “difícilmente” el caso se resuelva. “Es uno de los tantos casos que quedaran impunes en Entre Ríos, a pesar de los enormes esfuerzos, sobre todo de los familiares”, consignó.
Luego, recordó que la madre de Basualdo, Isabel, recorrió sin asistencia del Estado Brasil, Paraguay y varias provincias argentinas siguiendo pistas que para él “eran datos falsos sembrados por sectores vinculados a la Policía que intentaban desviar la investigación”.
“Lamentablemente el juez se hizo cargo de esto y no investigó la participación policial”, acotó. Esto sería lo que Iparraguirre le reprocharía si estuviera frente a frente con Toloy, confesó.
A renglón seguido, aseguró que la situación es “preocupante” porque en la fuerza entrerriana siguen actuando “personas que tuvieron la capacidad y la osadía de desaparecer, torturar y matar a dos jóvenes”,
“Preocupa y mucho que sectores que estén vinculados a delitos tan graves sigan en la fuerza y que ésta no haya podido lograr un proceso de depuración”, remató.

Fuente: APF

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