Docentes y Gobierno volverán a juntarse hoy en el despacho del juez laboral Carlos Calvo para tratar de destrabar la enredada negociación en procura de acordar un aumento salarial para la última parte del año. Lo harán en el marco de la conciliación obligatoria que dictó el magistrado, a pedido del Ejecutivo, el 2 del actual.
Ayer, bien temprano, el presidente del Consejo General de Educación (CGE), Jorge Kerz, se reunió en su despacho con parte de la conducción de Agmer en un encuentro que se tildó de “informal” aunque de allí no surgió ninguna novedad alentadora. En el fondo, hay abismales diferencias financieras. El Gobierno sólo quiere destinar a actualización salarial docente una cifra que ronda los 2,5 millones de pesos por mes, y desde Agmer han insistido en aplicar subas sobre los básicos, en un índice que podría rondar el 12 %, lo cual supondría destinar no menos de 6,5 millones, dos terceras partes más que lo que están dispuestos a dar las autoridades.
Ayer, el Gobierno ofreció modificar esa oferta aunque sin destinar más fondos: sólo aplicar “correctivos” de modo que sea menor la “distorsión” del salario. Para eso, se incluiría a los secretarios en el aumento que recibirían directores y vicedirectores, y se restituiría una suma fija de 200 pesos a los supervisores escolares.
Panorama oscuro
En ese marco, hoy la reunión de conciliación —la segunda a la que convoca el juez Calvo—, citada para las 12, no presenta un panorama positivo. Y hasta el secretario general de Agmer, Sergio Elizar, se permitió cierta cuota de pesimismo respecto del avance del conflicto.
“Nosotros esperamos que en el marco de la conciliación el Gobierno formalice una propuesta que contenga dos demandas: una mayor inversión en salario que impacte sobre todo el escalafón, y que además corrija las distorsiones. Si eso se da en esos términos, haremos la consulta entre los docentes para que evalúen la oferta. Pero si no la hay, y la oferta sigue siendo la misma, seguirán en un punto muerto las negociaciones”, afirmó el dirigente sindical.
De todos modos, hasta el 31 del actual, plazo hasta cuando se extiende la conciliación obligatoria dictada por la Justicia a pedido del Gobierno, el sindicato tendrá las manos atadas y estará imposibilitado de llevar adelante medidas de fuerza. Así las cosas, la única vía para expresar el malestar sindical es la carpa blanca que está recorriendo la provincia y que a fines de mes concluirá en Paraná. Aunque si vencido el plazo de la conciliación no hay acuerdo, los docentes estarán en condiciones de volver al paro.
La base de la oferta salarial del Gobierno prevé incorporar 25 pesos al sueldo básico (por el blanqueo del 50 % del código 017); modificar el valor de un adicional ligado a la antigüedad (el código 06), que en la base de la pirámide salarial pasaría de 87 a 109 pesos, y en el techo se iría de 126 a 176 pesos; y además añade una suma fija de 50 y 40 pesos para los cargos de director y vicedirector, respectivamente, una función a la cual el docente le ha estado esquivando últimamente por la escasa diferencia salarial que supone.